CC, 2020. Vol.1, Nº 1: 2336. https://doi.org/10.48168/cc012020-002  
La Biosemiótica como una de las  
Ciencias de la Complejidad  
Carlos Eduardo Maldonado  
Profesor Titular  
Facultad de Medicina  
Universidad El Bosque  
__________________________________________________________________________________________  
Recepción:20/10/2020  
Aceptación: 18/11/2020  
Resumen  
Este artículo plantea una tesis: la biosemiótica puede ser considerada como una de  
las ciencias de la complejidad, al lado de las otras ciencias ya clásicas y conocidas  
como el caos, la termodinámica del no-equilibrio, las redes complejas y otras. Para  
ello, se elabora el estado del arte en las relaciones entre biosemiótica y complejidad,  
un estado de la cuestión, en verdad, muy limitado. La estrategia general consiste en  
presentar un cuadro general, científico, filosófico e histórico que explica al mismo  
tiempo en qué consiste la biosemiótica y cuáles son sus particularidades. En todos  
los casos, la idea es clara: los signos son fenómenos reales propios de los sistemas  
vivos. Y las ciencias de la complejidad son ciencias de la vida.  
Palabras clave: Historia de la ciencia, Filosofía de la ciencia, Epistemología, Ciencias  
de la complejidad, Comunicación de los sistemas vivos  
Abstract  
This paper brings forth a brand new claim, namely biosemiotics can be considered  
as one of the sciences of complexity, along with the other already known ad classical  
sciences such as chaos, non-equilibrium thermodynamics, complex networks, and  
others. As a support, the state-of the-art is depicted on the relations between bio-  
semiotics and complexity, a state truly limited. The general strategy here consists in  
presenting the general scientific, historical and philosophical framework which exp-  
lains both what biosemiotics is about and its characteristics. In any case, the idea is  
clear, thus: signs are real phenomena of or within the living systems. The sciences of  
complexity are sciences of life.  
Key Words  
History of science, Philosophy of Science, Epistemology, The Sciences of Complexity,  
Communication in Living Systems  
Introducción  
El origen de la biosemiótica ha sido suficiente narrado (Favareau, 2008). Nace en  
el ámbito de la biología, se extiende rápidamente a la lingüística y la computación,  
y permea a la filosofía. No en última instancia, interpela a los estudios culturales  
(Wheeler, 2006). Con antecedentes claros desde los años 1950s, se consolida como  
un campo propio a comienzos del siglo XXI a raíz: a) de la creación de la revista Bio-  
Revista de la Unidad de Investigación de la Facultad de Economía de la UNSA  
23  
semiotics (Springer Verlag), y b) de la sociedad inter- 1953, se logró identificar inicialmente el código gené-  
nacional de biosemiótica, que lleva a cabo encuentros tico constituido por cuatro pares de letras, y en oca-  
regulares cada año. Entre los pilares fundacionales se siones una letra adicional: adenina, citosina, timina,  
encuentran Th. Sebeok, M. Barbieri, J. Hoffmeyer, C. guanina y, en ocasiones, el uracilo. La vida tal y como  
Emmeche, M. Florkin, K. Kull. Esta historia ha sido con- la conocemos, desde los extremófilos hasta los seres  
tada en varias ocasiones (Barbieri, 2009). Claramente, humanos está escrita con base en estas cuatro letras.  
la biosemiótica constituye uno de los ejemplos recientes Algún autor llegó a hablar de “el gen egoísta”. Poste-  
más importantes en un esfuerzo por pensar de manera riormente, la identificación del alfabeto básico de la  
sintética o unificada; esto es, superar las divisiones de vida permitió identificar el RNA en sus dos expresiones:  
distintas ciencias y disciplinas o, lo que es equivalente, RNAt y RNAm. La lectura del código genético permitió  
integrar aproximaciones y comprensiones anteriormen- establecer los procesos de complejidad, desde el códi-  
te divergentes.  
go genético que da lugar inicialmente a las enzimas,  
luego los aminoácidos, los péptidos, y de ambos a las  
Han surgido interpretaciones o comprensiones diferen- proteínas hasta llegar después al ribosoma y en fin a  
tes sobre la biosemiótica. En unas ocasiones, ha sido la comprensión de los seres de mayor complejidad. Al  
considerada como una nueva ciencia (Gálik, 2013); cabo, la biología descubrió las redes y cadenas y nació  
en otros momentos, como una extensión de la biolo- la biología de sistemas con todas la ómicas: glucómica,  
gía (Brier, 2016). Asimismo, se la ha concebido como transcriptómica, proteómica, genómica, metabolómica  
un trabajo de unificación de diferentes ciencias y dis- y demás. De la lectura del código genético se pudo pa-  
ciplinas (Barbieri, 2007) o como un campo novedoso sar a la escritura sobre la misma. En cualquier caso, ha  
interdisciplinario (Sharov, 1992), a saber: como la uni- quedado claramente establecido que los sistemas vivos  
ficación entre la biología, la lingüística y la filosofía. En se estructuran en términos de códigos de información.  
todos los casos, sin embargo, se trata de una investi- Esta es la historia que cubre desde 1966 hasta la fecha;  
gación acerca de los aspectos más fundamentales de los resultados aún más importantes están por descu-  
los sistemas vivos. Estos aspectos son distintivamente brirse, hacia adelante.  
informacionales o comunicacionales. La vida es comu-  
nicación, creación, interpretación e incluso transforma- Algunos logros recientes de esta línea de investigación  
ción de signos y códigos.  
han permitido avances en la medicina y en la compren-  
sión de distintos tipos y tratamientos de enfermedades.  
Este artículo sostiene que es posible, y que, de hecho, El resultado alcanzado consiste en un entrelazamiento  
existe un fuerte nexo entre las ciencias de la comple- entre la biología computacional, la computación bioló-  
jidad y la biosemiótica, algo que no ha sido suficien- gica, la biología sistémica, la biología de redes y la bio-  
temente advertido de un lado o del otro. Para ello se logía sintética. Un panorama ciertamente sugestivo y  
suministran distintos argumentos, así: en primer lugar, novedoso. Pues bien, cabe decir que el hilo que unifica  
se presenta una comprensión sintética de lo que es la a estas cinco dimensiones es el tema de la información  
biosemiótica. Con ella, emerge la idea de una nueva o comunicación de los sistemas vivos, o también, de  
física en la historia de la humanidad. El segundo argu- todas las instancias de la vida. La trama de la vida, se-  
mento elabora el estado del arte de los antecedentes y gún todo parece indicarlo, es ulteriormente una trama  
relaciones entre complejidad y biosemiótica. El tercer informacional o comunicativa. Dicho de manera sucinta  
argumento permite comprender mucho mejor qué se y directa, se trata de la síntesis entre biología y semió-  
entiende por la biosemiótica; la que se presenta aquí es tica. Esto es exactamente la biosemiótica.  
de una interpretación interesada y cargada con fines de  
complejidad. Específicamente se elabora un cuadro de El surgimiento de la biosemiótica coincide también con  
relaciones y desarrollos. El cuarto argumento explora el los trabajos pioneros por parte de Sebeok acerca de  
significado y los alcances de las relaciones establecidas. las raíces biológicas de la cultura. Esta línea de trabajo  
Al final se extraen algunas conclusiones, siendo la más encuentra numerosas ramificaciones, desde los traba-  
importante que es perfectamente posible e incluso le- jos de Maturana y Varela, Goodwin y Solé, Kauffman, y  
gítimo, comprender a la biosemiótica como una de las recientemente Damasio. Alrededor de los trabajos pio-  
ciencias de la complejidad.  
neros de Sebeok en los años 1960s nacen la etología y  
la cibernética. El problema de base en uno y otro caso  
es estudio de los comportamientos comparados entre  
animales y seres humanos y el problema del control  
1. Biosemiótica en una cáscara de nuez  
A partir de 1966 se empezó a descifrar el código de la en las máquinas, todo lo cual tiene como denominador  
vida. Sobre la base del descubrimiento de “el dogma común el hecho de que los animales tienen sistemas  
central de la biología” por parte de Watson y Crick en de comunicación; y algo análogo sucede en las máqui-  
24  
CIENCIAS DE LA COMPLEJIDAD  
nas mismas. Ello comporta el diálogo o la convergen- llanamente, es el hecho de que el sistema de signos  
cia entre las ciencias del comportamiento, las ciencias puede ser copiado, o replicado o transmitido. Lo que  
cognitivas, la biología y la filosofía, principalmente. Sin hacen los sistemas vivos, consiguientemente, es leer e  
embargo, a partir del encuentro entre estos grupos de interpretar incesantemente los signos que encuentran  
ciencias son numerosos los campos que se benefician alrededor, los signos que les llegan, en fin, incluso, si  
de ellas, incluyendo a las ciencias sociales y humanas y cabe, los signos que ellos mismos emiten o transmiten.  
a la medicina. Un punto de encuentro fundamental en De esta suerte, procesar información es decir, proce-  
este espectro fue el nacimiento y desarrollo de la epige- sar bien la información- se convierte, finalmente, en un  
nética (Jablonka y Lamb, 2005).  
asunto de vida o muerte. Una buena interpretación o  
procesamiento de los signos se traduce en mayor adap-  
Al cabo, resulta evidente que las distancias entre los se- tabilidad, y por el contrario una deficiente interpretación  
res humanos y la naturaleza son mucho menos eviden- o procesamiento de los signos recibidos o encontrados  
tes de lo que se creía, y que es posible una física común puede convertirse en un callejón sin salida.  
a la naturaleza y a la cultura. Se trata de la teoría de la  
información.  
En el sentido amplio si cabe, filosófico- de la palabra,  
la vida en general esto es, los sistemas vivos-, son  
Son numerosos las confluencias y desarrollos en esta bastante más que compuestos orgánicos de moléculas  
línea de investigación. Uno que merece un lugar des- físico-químicas. Mucho mejor, los sistemas vivos son  
tacado es el descubrimiento de la biología de la comu- sistemas semióticos. Si en el siglo XIX, por ejemplo,  
nicación en las plantas, posible especialmente gracias con Saussure, la semiótica era un asunto exclusiva o  
a los trabajos pioneros de Baluska y Mancuso (2006). distintivamente humano, con la biosemiótica la semio-  
En el plano computacional y de las ciencias de la com- sis es un fenómeno transversal y unificante de todas  
plejidad, emerge la hipercomputación biológica como las formas de vida. Sin cesar, los sistemas vivos emiten  
el reconocimiento expreso de que los seres vivos no signos, los codifican, los decodifican, y los interpretan.  
procesan información, en absoluto, a la manera de una Las distinciones mencionadas son, aquí, meramente  
máquina cualquiera de Turing (existen y son posibles analíticas.  
distintas máquinas de Turing: máquinas de Turing uni-  
versal, alternativas, simétrica, no determinista, pro- Diversos autores han expresado esta idea de un modo  
babilística, de lectura, cuántica, y otras) (Maldonado, general, así: la vida es conocimiento; es decir, los siste-  
Gómez, 2015; Maldonado, 2018a).  
mas vivos son el resultado de procesos cognitivos y dan  
lugar, a su vez, a inmensos procesos de cognición en la  
En cualquier caso, dos premisas sirven de basamento a naturaleza y el mundo. No en otra cosa consiste al fin y  
la biosemiótica. De un lado, se trata del reconocimiento al cabo la evolución. La tradición de autores que se si-  
explícito de que la vida y la semiosis son coextensivas. túan en esta longitud de onda comprende a algunos re-  
Así, la semiosis aparece en el origen mismo de la vida. presentantes de la ciencia de sistemas notablemente,  
Queda pendiente por lo pronto la consideración acerca Bateson y Von Foerster-, se proyecta a través de Matu-  
de las relaciones entre semiosis y la materia inanima- rana y Varela y su idea, novedosa, de la autopoiesis-,  
da, digamos el universo. Este tema abre las puertas al y alcanza a autores tan notables como Goodwin, Solé  
panpsiquismo, una tesis que debe quedar aquí de lado y Kauffman, entre muchos otros. Al cabo, esta línea de  
por razones de espacio (Kauffman, 2016; Maldonado, comprensión da lugar a una rama perfectamente propia  
2018b). De otra parte, al mismo tiempo, se trata del que es el conocimiento encarnado, uno de cuyos padres  
hecho de que los signos, los significados y los códigos es, sin lugar a dudas, F. Varela (embodied knowledge)  
son entes naturales. Con este reconocimiento se corta (Varela, 1992). La expresión más reciente de esta línea  
de tajo las posibilidades del “diseño inteligente” o cual- de trabajo e investigación se llama también como em-  
quier variedad del mismo.  
bodied cognition.  
Como quiera que sea, es importante atender al carácter Una consecuencia inmediata debe ser subrayada. La  
o a la naturaleza misma de los signos. A diferencia de biosemiótica pone de manifiesto que los organismos vi-  
los símbolos, los signos son abiertos y referenciales; los vos son determinantes en el proceso de la evolución. Si  
símbolos, por el contrario, son cerrados y autorreferen- bien esta idea podría resaltar el acento lamarckiano de  
ciales. Así, la idea de signo se corresponde con la de re- la teoría de la evolución lo que, en efecto, es el caso-,  
des, y por consiguiente, con la ausencia de centralidad y lo verdaderamente determinante es el hecho de que la  
de jerarquías. Los signos pueden ser codificados, como semiosis destaca la dimensión epigenética de la evolu-  
de hecho sucede, pero esta codificación no implica, de ción. De esta suerte, la biología es bastante más que  
ninguna manera, que el código sea cerrado; simple y el estudio de organismos vivos en su hábitat, en cada  
Revista de la Unidad de Investigación de la Facultad de Economía de la UNSA  
25  
caso. Mucho mejor, es el estudio de procesos semióticos campos, existe una amplia afinidad, por decir lo menos,  
en la naturaleza. La semiosis es el origen mismo de la entre biosemiótica y complejidad, es sorprendente que  
vida, y es lo que hacen los sistemas vivos para vivir. Es no existan suficientes trabajos explícitamente desarro-  
decir, interpretar o codificar sistemas de signos. De esta llados sobre ambos dominios. De este modo, un estado  
suerte, un sistema vivo es aquel que logra mantener- del arte es, a la fecha, algo fácil de llevar a cabo.  
se como autónomo en medio de constantes procesos  
de cambio en el medioambiente. La autonomía debe, Este estado del arte implica explícitamente la distin-  
así, ser entendida como la incesante adaptación que ción entre ciencias de la complejidad y ciencia de siste-  
sostiene al sistema vivo como sí mismo (self) (Varela, mas, dos cosas perfectamente diferentes y sobre cuyos  
2
000). La última o la más reciente vertiente de esta rasgos específicos basta, sencillamente con indicar a  
línea de trabajo es la enacción (Stewart et al., 2014). una parte de la bibliografía especializada (cfr. Meyers,  
En fin, como se aprecia sin dificultad, se trata de varias 2009). De esta suerte, si bien G. Bateson merecería un  
ramas que transforman y enriquecen profundamente a lugar especial como es efectivamente el caso, como lo  
las ciencias cognitivas y a la biología, al mismo tiempo, advierte explícitamente Sebeok (1994)-, debe quedar  
presentándose varias conexiones en ambas direccio- aquí provisoriamente de lado. Sugerente como es, la  
nes. Un panorama intelectualmente apasionante.  
obra de Bateson pertenece al pensamiento sistémico.  
Ahora bien, no existe algo así como un corpus ortodoxo Dicho de manera general, la complejidad, la biosfera y  
de la biosemiótica. Por el contrario, distintas escuelas o la vida son nociones de conjunto; es decir, exigen ser  
líneas de comprensión existen y varias de ellas disputan comprendidas de forma sintética, y por tanto no analí-  
entre sí (Gálik, 2013). Estas divergencias no nos con- tica. Pues bien, como quiero decirlo explícitamente, la  
ciernen aquí. Lo verdaderamente relevante es la emer- biosemiótica se caracteriza por una estructura mental  
gencia y consolidación de un área de trabajo cruzado, sintética. Se trata de la síntesis entre las ciencias na-  
transversal, convergente o interdisciplinario como se turales, las ciencias sociales y las ciencias humanas a  
prefiera-, en el que la oposición y acaso la jerarquía partir del reconocimiento explícito de que aquello que  
entre la dimensión humana de la vida y la demás en la las integra o unifica es el universo de los signos. Y que  
naturaleza desaparece pues se integran en un sólo con- los signos son bastante más que una caracterización  
junto en el que lo verdaderamente importante consiste meramente humana o natural: atraviesan e integran a  
en los procesos de significación cruzados entre todas la vez ambas esferas. Dicho en términos elementales,  
las escala de la vida. De manera puntual, la crisis del la biosemiótica es inter  o trans, o multidiscipinaria.  
Covid-19 puso de manifiesto que los virus son compo- Las diferencias entre ellas son, en este contexto, irrele-  
nentes esenciales de la trama de la vida que deben ser vantes. Esta caracterización ya queda suficientemente  
tenidos en cuenta a la par de todas las demás escalas y establecida en la bibliografía especializada.  
esferas de la vida. Hasta antes de la emergencia de la  
crisis del Covid-19, el papel más destacado lo llevaban Hasta la fecha, explícitamente, son cinco los textos que  
las bacterias. En fin, dicho en una sola palabra: desde entablan una relación explícita y directa entre compleji-  
1
los virus y las bacterias, incluyendo los procesos gené- dad y biosemiótica. Cronológicamente, estos son :  
ticos y sus derivaciones péptidos, proteínas y demás-,  
hasta toda la trama de los sistemas vivos, con sus es- i)  
pecificidades ecológicas y su diversidad, incluyendo en  
ellos a los seres humanos todo es un entramado po-  
lifónico de signos cruzados que es indispensable leer  
bien, interpretar adecuadamente y codificar y decodifi-  
car sin cesar. Si en la ecología se ha hecho el aprendiza-  
je que no existen especies clave, asimismo en biología  
R. Thom, Esbozo de una semiofísica (1990). Thom  
forma parte de los autores canónicos de las cien-  
cias de la complejidad en la medida misma en que  
la teoría de catástrofes es, clásicamente, una de  
las ciencias de la complejidad. La idea de una se-  
miofísica coincide, como se verá a continuación,  
con la idea misma de una física de realidades in-  
materiales. En palabras del matemático francés,  
la semiofísica “se refiere en primer término a la  
investigación de las formas significantes” (Thom,  
1990: 13). Dos rasgos definen a una física seme-  
jante: las saliencias y las pregnancias. Las pri-  
meras son elementos que pueden obrar entre sí  
en sentido amplio y laxo, que incluyen naturalmente  
también a los seres humanos-, la semiosis es un fenó-  
meno fundamental e inaplazable. Este reconocimiento  
es la contribución misma de la biosemiótica a la com-  
prensión de los sistemas vivos y de la vida en general.  
2
. El estado del arte en las relaciones  
entre complejidad y biosemiótica  
1
Indico a continuación en español lo que hay traducido, y en  
inglés lo que, hasta la fecha, permanece sin ser traducido al  
español.  
Mientras que, luego de una mirada atenta a ambos  
26  
CIENCIAS DE LA COMPLEJIDAD  
como seres vivos”. Las segundas se propagan de  
sin ninguna ambigüedad. Profusamente ilustrado  
con argumentos matemáticos, informacionales y  
computacionales, el libro estudia las dinámicas de  
vida desde los organismos más simples como los  
virus y las bacterias, pasando por las hormigas y el  
cerebro humano hasta las ciudades y los mercados  
financieros. Todos exhiben comportamientos y di-  
námicas propios de los sistemas vivos, lo que per-  
mite ampliar una visión restrictiva de la biología  
para sostener algo como lo siguiente: la biología  
es la ciencia que estudia los sistemas vivos, pero  
la vida es un fenómeno complejo, no-lineal y bas-  
tante menos evidente que la simple clasificación  
con base en criterios como los de Linneo (género,  
especie, familia, etc.)  
una forma saliente a otra, a las que caracterizan.  
Como se aprecia, se trata de neologismos tendien-  
tes a comprender lo que para Aristóteles es, en  
una palabra, el hylemorfismo. En la comprensión  
de Thom, el Aristóteles físico antecede y funda al  
Aristóteles filósofo, pero la mediación entre ambos  
se encuentra en el Aristóteles biólogo. Compren-  
der estas relaciones comporta una lectura cuida-  
dosa del texto de Thom. En cualquier caso, lo de-  
terminante es el hecho de que la semiofísica es la  
forma como Thom avant la lettre-, entiende, co-  
rrectamente por lo demás, a la biosemiótica. Sólo  
que mientras que en esta última el acento está  
puesto en los sistemas vivos, en Thom se amplía al  
universo y la naturaleza no animada, y desde ésta,  
entonces, también, a los seres vivos.  
Los sistemas vivos deben ser comprendidos a par-  
tir de sus propiedades y características, y no con  
una pre-comprensión o definición a priori. En este  
sentido, los autores destacan el hecho de que los  
sistemas vivos viven en el filo del caos, en el filo de  
las catástrofes, en fin, no pueden ser explicados  
sino relativamente a una medición de entropía. En  
una sola palabra: se trata de considerar exacta-  
mente los signos de vida: esta es la tarea de las  
ciencias de la complejidad.  
ii) Hoffmeyer, Signs of Meaning in the Universe  
(1997). Hoffmeyer no forma parte de los autores  
canónicos de la complejidad. Desconocido por los  
complejólogos, es, sin embargo, uno de los auto-  
res centrales en la biosemiótica. Explícitamente,  
sabe de caos y bifurcaciones. El autor danés es,  
sin la menor duda, el más radical autor en la com-  
prensión de la biosemiótica dado que es quien más  
se arriesga a una extensión de la semiosis a los  
seres no-vivos e inaminados; sin más, al universo. iv) W. Wheeler, The Whole Creature (2006). Profesora  
En este sentido existe una confluencia interesan-  
te con Thom y, como se verá más adelante, con  
Kauffman. De esta suerte, los signos admiten una  
comprensión física, y no solamente biológica. Di-  
cho en una palabra, los signos son hechos natura-  
les, algo que si bien es aceptado en general por la  
biosemiótica, debe ser entendido en sentido literal  
con Hoffmeyer, extensible a la no-distinción entre  
sistemas vivos y no-vivos. En este sentido, para  
Hoffmeyer no existe o no es posible una diferen-  
ciación entre sistemas semióticos y no-semióticos,  
algo que sí sucede en la mayoría de los autores de  
la biosemiótica (Barbieri, 2007).  
de literaturayestudiosculturales, Wheelereslapri-  
mera autora que explícita y directamente se ocupa  
de las relaciones entre complejidad y semiótica. Su  
enfoque es distintivamente cruzado, transversal,  
orientado particularmente a la importancia de la  
biosemiótica en el espectro humano; en especial  
en los procesos de creatividad. Se trata, sin la me-  
nor duda, de un libro innovador y arriesgado que  
entra allí en donde nadie había entrado hasta la  
fecha.  
Con un conocimiento sólido de lo mejor que has-  
ta el momento (2006) se ha producido en ambos  
dominios (Barabasi, Boden, Byrne, Goodwin, Ja-  
blonka y Lamb, Kauffman, Margulis, Prigogine y  
varios otros, de un lado; y Hoffmeyer, Kull, Se-  
beok, Sennett, Varela y otros más, de otra parte),  
Wheeler concibe a la cultura como un fenómeno  
claramente enraizado en la biología y la evolución  
en tanto que proceso cooperativo y simbiótico.  
iii) R. Solé y B. Goodwin, Signs of Life (2000). Este  
libro estudia el abanico amplio de indicios que po-  
nen en evidencia qué es la vida y en dónde pue-  
de decirse que hay vida. Estos indicios son sig-  
nos mediante los cuales la complejidad muestra,  
claramente, que la biología es una ciencia que se  
ocupa bastante más que de organismos vivos, en  
el sentido positivista o clásico de la palabra. En  
este sentido, sin que aparezca jamás en todo el li-  
bro la palabra “biosemiótica”, puede decirse que es  
un estudio sobre semiosis, avant la lettre. Solé y  
Goodwin pueden ser considerados dentro del aba-  
nico de autores de las ciencias de la complejidad,  
La complejidad ha sido resultado de una larga  
gestación, sostiene la autora inglesa, al cabo de  
la cual hemos podido llegar a una conclusión sin  
ambages, a saber: la biología humana y la biología  
natural “are palpably not human constructs, either  
mastered or made. They are powerfully semiotic  
Revista de la Unidad de Investigación de la Facultad de Economía de la UNSA  
27  
(
…) but they are not ‘constructed in discourse’’”  
por lo menos un ciclo de trabajo, puede sentir el  
mundo (= biosemiótica), puede distinguir lo que  
es “bueno” y “malo”, puede decidir entonces qué  
hacer, y puede actuar en búsqueda de comida y  
evitando toxinas (cfr. Kauffman, 2016: 234).  
(Wheeler, 2006: 17). Esta gestación de la com-  
plejidad coincide con los desarrollos mismos de la  
biosemiótica con lo cual, manifiestamente, cabe  
hablar de una “libertad semiótica”.  
Mediante esta confluencia entre complejidad y  
biosemiótica, asistimos, sin más, a un magnífico  
cambio de paradigma que ha estado teniendo lu-  
gar durante los últimos sesenta a ochenta años;  
es decir, en algún momento a partir de los años  
Como se aprecia sin dificultad, la biosemiótica, la  
homeostasis y la metabolización constituyen una  
sólida unidad que permite comprender, sin amba-  
ges, qué es, y qué hace, un sistema vivo.  
1
930s, aproximadamente. Pues bien, todo el libro La relación entre la complejidad y la biosemiótica con-  
de Wheeler consiste en la mirada a este cambio de siste exactamente en una comprensión de la vida y de  
paradigma y al estudio de sus consecuencias. Un los sistemas vivos en términos de actividades o proce-  
excelente trabajo exploratorio y creativo, al mismo sos. Así, cualquier atisbo de platonismo y aristotelismo  
tiempo.  
queda desbaratado, como queriendo comprender on-  
tológica u ónticamente para el caso da lo mismo- a la  
v) S. Kauffman, Humanity in a Creative Universe vida; es decir, en términos de una sustancia o hipós-  
2016). Uno de los fundadores de las ciencias de la tasis cualquier que permitiría decir que la vida es “x”,  
(
complejidad, Kauffman forma parte de la primera esto es, un componente determinado. En este sentido,  
línea de investigadores en el tema. Al mismo tiem- la amistad o el amor no existen; alguien es amigo por lo  
po, es quien expresamente, aunque de manera que hace (o lo que deja de hacer), y alguien se dice que  
puntual, habla de biosemiótica. Sin duda alguna, ama por sus comportamientos, gestos y actitudes, y no  
su formación en medicina y biología le permiten porque exista una esencia llamada amor. Aristóteles  
trazar el puente entre los dos ejes que aquí nos se acercó a esta idea cuando sostenía que no existe la  
ocupan.  
virtud, sino hombres virtuosos.  
El libro de 2016 es el trabajo filosófico de un in- Pues bien, exactamente en este sentido, los sistemas  
vestigador ya connotado. Que es cuando, habitual- vivos pueden ser comprendidos a partir de lo que ha-  
mente, los científicos se permiten elaboraciones cen; y lo que hacen son signos, es decir, codificacio-  
más libres y amplias. Son dos los pasajes en los nes de información, interpretaciones y decodificacio-  
que se alude expresamente a la biosemiótica. En nes, incesantemente. Los sistemas vivos son procesos  
primer lugar, se trata de dejar en claro que los sis- siempre inacabados y constantes de semiosis. Dicho sin  
temas vivos son lo que hacen, y no un cierto ma- más, la vida es un proceso no un estado; una dinámica,  
terial o componente. Pues bien, ya a partir de la E. no una cosa (stuff, o Ding).  
coli es posible decir que lo que hacen los sistemas  
vivos es “sentir” (sensing) los estados posibles del En verdad, si bien los signos son entidades reales en la  
mundo. “This sensing of its world’s possible states naturaleza esto es, en otras palabras, hechos (facts)  
(
…) constitute ‘biosemiotics’ at its root” (Kauff- que los sistemas vivos al mismo tiempo producen y en-  
man, 2016: 69). La forma como en biología, en cuentran en su entorno (Umwelt)-, estos sólo existen  
biosemiótica y en ciencias cognitivas se compren- en una dinámica consistente en codificación, interpreta-  
de a esta sensibilidad es como quorum sensing. ción y decodificación. Esta es la lógica misma de la vida,  
Dicho de manera precisa, se trata de la capacidad y la evolución consiste en procesos semióticos perma-  
que tiene una célula para detectar y responder a nentes. La adaptación es, dicho sin más, el resultado  
una determinada densidad poblacional mediante de la semiosis de los sistemas vivos, en el sentido de  
regulación genética.  
que a mayor y mejor semiosis, mejor adaptabilidad, y  
por el contrario, a menor capacidad semiótica, menos  
Los sistemas vivos son, manifiestamente, agen- suficiencia adaptativa.  
tes, sin que ello implique, necesariamente la idea  
de conciencia o de libre albedrío que son temas o Hubiera sido deseable que la comunidad de investiga-  
problemas distintivamente humanos-. Pues bien, dores en ciencias de la complejidad hubiera puesto algo  
la biosemiótica, sostiene Kauffman, constituye uno más de atención a la biosemiótica. Seguramente los  
de los rasgos precisos que permiten comprender avances en ambos casos habrían sido más significativos.  
a un sistema vivo. Específicamente, estos rasgos  
son: la capacidad para reproducirse, lleva a cabo Es preciso, en este estado del arte en las relaciones  
28  
CIENCIAS DE LA COMPLEJIDAD  
entre ambos ámbitos considerados, resaltar que la se- so de Shannon y Weaver la teoría de la información.  
miosis no es una construcción humana; por el contra- Propiamente, gracias a los desarrollos que va a tener la  
rio, se trata de la identificación de signos existentes en misma, hay que decir, en rigor, que se trata de la teoría  
la naturaleza que remiten a las interacciones entre el clásica de la información, a fin de distinguirla de los  
observador (= sujeto humano) y lo observado (= los desarrollos subsiguientes, a partir de los años 1980s y  
sistemas vivos). En otras palabras, los seres humanos 1990s. Con la teoría de la información nace un concepto  
participan de la semiosis de la naturaleza pero no son novedoso en física que explica más y mejor lo que ex-  
los creadores de la misma, algo que contrasta nota- plicaba el concepto de masa en la física del siglo XVIII,  
blemente con las lecturas clásicas sobre la semiótica, y el de energía en el siglo XIX (Maldonado, 2020). Con  
desde F. de Saussure hasta U. Eco. Los seres humanos una salvedad fundamental: el concepto de información  
viven en signos, ciertamente crean signos, pero los sig- es físico, pero inmaterial, o no tangencial. Este recono-  
nos mismos no son el resultado simple y llanamente de cimiento explícito es debido a R. Landauer (1991).  
creaciones culturales humanas. Por ello mismo cabe ha-  
blar, en toda la línea de la palabra, de biosemiótica. La Por primera vez en la humanidad, existe una física de  
complejidad, si cabe decirlo así, estriba en la horizonta- fenómenos inmateriales, en marcado contraste con la  
lidad o en el carácter relacional- entre los seres huma- física de Aristóteles, Galileo y Newton, por ejemplo. Se  
nos y el conjunto de los sistemas vivos y la naturaleza. trata de la física de la información si bien, algunos as-  
A los libros mencionados es preciso agregar, a la fecha, pectos podrían extenderse también sin dificultad a la  
un artículo, adicionalmente. Se trata de (Kosoy y Kosoy, física cuántica, la cual es igualmente contraintuitiva.  
2018). Haciendo uso de las ciencias de la complejidad  
y de la biosemiótica, los autores se concentran en la Una serie de ciencias y disciplinas acompañan y coinci-  
ecología y el estudio de las enfermedades infecciosas. den con esta física. N. Wiener originariamente y luego  
Por consiguiente, el tema ya no es directamente el de también Ashby desarrollan la cibernética la cual, si bien  
las relaciones entre biosemiótica y complejidad algo se ocupa de los mecanismos de control en las máquinas  
que se da por sentado-, sino, a partir de su interacción, y seres humanos, se funda en la información; esto es,  
comprender a los agentes patógenos de origen zoonó- en el control de la información como la forma de com-  
tico en términos de su “importancia funcional”. Los au- prender el control en las máquinas y en los seres huma-  
tores proponen un modelo para interpretar la evolución nos. No en vano la cibernética se halla perfectamente  
de los agentes patógenos a partir de los sistemas de permeada por la computación en toda la extensión de  
signos, señales y significados en una oscilación entre la palabra. Al cabo, la cibernética se desarrollará, nota-  
simplicidad y complejidad. El tema de base es la evo- blemente con von Foerster como cibernética de segun-  
lución de las enfermedades y la ecología de las infec- do orden: relaciones de relaciones  mucho más que  
ciones.  
cosas u objetos físicos. (Relativamente muchos de los  
artículos sobre biosemiótica, particularmente de auto-  
Pues bien, a partir del estado del arte presentado es res escandinavos, serán publicados en revistas de ci-  
posible profundizar en el marco cultural y científico en bernética).  
el que emergen las interacciones entre complejidad y  
biosemiótica.  
Cimentada en los trabajos pioneros de Tinbergen y  
de K. Lorenz este mismo momento verá el nacimiento  
de la etología; es decir, el estudio del comportamien-  
to comparado entre los animales y los seres humanos.  
Así, los comportamientos son significativos y significan-  
3
. Biosemiótica como complejidad: una  
breve historia de la ciencia reciente  
Los orígenes de la biosemiótica pueden remontarse al tes. A la postre, notablemente con las investigaciones  
siglo XIX con los trabajos de Ch. S. Peirce, pasando por de F. de Waals, se logar estudiar el nacimiento de la  
las contribuciones de von Uexküll en el giro del siglo XIX ética también en los primates, y entonces el origen no  
al siglo XX, algo que ha sido explícitamente mencionado humano de los sentimientos de lo bueno y lo malo (de  
en las historias sobre la biosemiótica. Sin embargo, la Waals, 2005).  
atmósfera científica y filosófica del surgimiento de la  
biosemiótica y su encuentro con las ciencias de la com- En la década de 1960s Sebeok llama, por primera vez  
plejidad puede concentrarse a partir de los años 1950s, la atención acerca de los procesos comunicacionales  
aproximadamente. Todo tiene que ver con los más apa- entre los animales; al comienzo, en las abejas. Ello da  
sionantes desarrollos que pueden concentrarse, en ge- nacimiento a la primera manifestación de la biosemio-  
neral, alrededor del concepto de “información”.  
sis, que es la zoosemiosis. De esta suerte, los animales  
poseen un mundo de sentidos, significaciones y signos  
Como es sabido, en 1948 nace, gracias al paper famo- y viven en él. Por otro camino, O. Wilson estudiará, ce-  
Revista de la Unidad de Investigación de la Facultad de Economía de la UNSA  
29  
trado en la mirmecología, el mismo fenómeno de comu- acción, que usualmente es la producción de un mensaje  
nicación, lo cual dará lugar al descubrimiento, perfecta- correspondiente. Es en el proceso intermedio que se  
mente anodino, de que también en las hormigas existe identifica el ruido, ocasional o necesario en el proceso  
un mundo cultural, análogo al de los seres humanos de comunicación.  
(Hölldobler y Wilson, 1996).  
En una orquesta sinfónica existe una total polifonía;  
Unos años después (2006), a partir de las investigacio- unos instrumentos dialogan con otros, incluso llevan a  
nes pioneras de F. Baluska, nace la neurofisiología de cabo conversaciones y monólogos al mismo tiempo o  
las plantas, cuyo principal exponente hoy es S. Man- también independientemente de lo que están diciendo  
cuso. Se sientan, así, todas la bases de la fitosemio- los demás instrumentos. Y todos logran comunicarse de  
sis (Kull, 2000). De consuno, la botánica desaparece y manera magnífica, en muchas ocasiones interpelándose  
nace la neurofisiología de las plantas, un campo nove- al mismo tiempo, en muchos momentos entrecortándo-  
doso y muy fructífero a pesar de su juventud.  
se en las conversaciones, en otros momentos a través  
de soliloquios in crescendo o intempestivos. Vientos con  
Fundada en los desarrollos de las ciencias cognitivas cuerdas, metales con percusión, y el orden no siem-  
y las ciencias del comportamiento, nace en los años pre es lo más determinante. Es sólo excepcionalmen-  
1990s la antroposemiosis, que se ocupa del estudio de te cuando unos instrumentos son emisores y entonces  
los comportamientos significativos, y no solamente de otros reciben y contestan. La polifonía es total y, así, la  
las expresiones verbales o escritas- de significación. semiosis es real. Es el resultado de estas superposicio-  
Los comportamientos humanos son portadores de sig- nes, complementariedades, interlocuciones, monólogos  
nificado, y vehiculan también sistemas de signos que no y conversaciones a muchas voces lo que produce el más  
coinciden necesariamente con las expresiones verbales perfecto de los resultados, a saber: la armonía; en este  
o escritas, y por tanto, con la lógica de predicados o caso, la armonía musical. Como es sabido en los al-  
proposicional.  
tos estudios de formación musical, escribir una sinfonía  
equivale a obtener o a hacer un doctorado. Es la obra  
Como se aprecia, la comprensión de la biosemiótica es de mayor complejidad, relativamente a los tríos, cuar-  
bastante distinto y mucho más completa que la consi- tetos, sonatas, música de cámara e incluso de la forma  
deración, simplemente, de emisor, mensaje y receptor, concierto. Como quiera que sea, es claro que originaria-  
incluso incluyen lo que los ingenieros distinguen como mente la polifonía designa al canto plural, no únicamen-  
“ruido blanco”, “ruido negro” y ruido rosado”, según si te a la orquesta sinfónica.  
hay un ruido en el mensaje por causa del emisor, del  
canal o del receptor. Mientras que la semiótica perma- Pues bien, la semiosis en la naturaleza tiene lugar en  
nece en un marco distintivamente antropocéntrico y an- la forma de polifonía. Exactamente en este sentido, los  
tropológico, la biosemiótica, por el contrario, admite un esquemas ecológicos del tipo presa-depredador son  
marco inmensamente más amplio, a saber: el contexto simplistas y mecánicos. No en vano, ya nadie serio  
de toda la trama de la vida.  
estudia hoy en día las dinámicas ecológicas con base  
en, por ejemplo, las ecuaciones Lotka-Volterra (Botkin,  
En sus expresiones más radicales los problemas últimos 1990). (Cabe subrayar, incluso la distancia que media  
en el cruce entre biología y filosofía admiten condicio- entre 1990 y la fecha de hoy, lo cual acentúa el carácter  
nes de solución; esto es, el origen de la vida es semióti- desueto, o simplemente histórico del modelo Lotka-Vol-  
co y, asimismo, la lógica de la vida consiste en procesos terra).  
correspondientemente semióticos. Sin embargo, hay  
que advertir explícitamente que nada de ello comporta, En la historia o el marco científico en el que emerge  
en absoluto, una carga reduccionista; al fin y al cabo, la biosemiótica, que contribuye al mismo tiempo a ca-  
los procesos semióticos coinciden con la evolución en racterizar en qué consiste esta nueva ciencia, es indis-  
tanto son abiertos e incesantes.  
pensable mencionar un eslabón que conecta a la biose-  
miótica y las ciencias de la complejidad. Se trata de la  
Los procesos semióticos pueden ser comprendidos a la biología cuántica. Esta estudia los efectos cuánticos en  
manera de una orquesta sinfónica, que es una de las los comportamientos de los animales, y ha sido profu-  
expresiones más depuradas de democracia. La com- samente estudiada y ejemplarizada. Por ejemplo, en los  
prensión clásica de la lingüística, la semiótica e incluso modos o sistemas de orientación de la aves migratorias,  
la ingeniería, explica el fenómeno de manera muy ru- en el funcionamiento del cerebro humano, en la identifi-  
dimentaria. El emisor emite un mensaje a través de un cación de los polos magnéticos de la biosfera o también  
canal determinado. Seguidamente el receptor recibe el en la identificación de diferentes campos magnéticos  
mensaje y lo interpreta; y entonces lleva a cabo una re- por ejemplo, los generadores por los seres humanos-,  
30  
CIENCIAS DE LA COMPLEJIDAD  
en los sistemas olfativos de numerosas especies, en fin, han sostenido abierta o públicamente una concepción  
en las formas de comunicación interespecies, como en semejante. No obstante, de manera significativa, en el  
el caso de la comunicación en la rizosfera, entre hon- contexto específico de este texto, cabe mencionar lo  
gos y plantas, bacterias y hormigas, y varios más. La siguiente: Aristóteles fue defensor del hilozoísmo, y R.  
biología cuántica ha sido observada igualmente en la Thom así lo reconoce y lo apoyo fuertemente. Por ello,  
comunicación entre las plantas. Se trata, en todos los precisamente, su trabajo sobre semiofísica. Hoffmeyer,  
casos, de estudios recientes y sin embargo ampliamen- como ya queda mencionado, sostiene, asimismo, una  
te documentados (Marais et al., 2018).  
concepción panteísta. El padre más reciente y acaso el  
máximo defensor del panteísmo es Spinoza. Kauffman  
Como se aprecia sin dificultad, la naturaleza es una aboga abiertamente por una comprensión panpsiquis-  
magnífica trama de procesos semióticos, esto es, co- ta del mundo y la realidad, precisamente en el texto  
municacionales y/o informacionales. Esta idea permite en el que, acaso no coincidencialmente, más y mejor  
poner explícitamente una consecuencia perfectamente se pronuncia acerca de las relaciones entre compleji-  
revolucionaria que sirve al mismo tiempo como hilo uni- dad, cuántica y biosemiótica; el libro ya señalado. En el  
ficador o conductor a través de los distintos referentes marco de la filosofía de la ciencia, Auletta (2010) argu-  
históricos, culturales y científicos mencionados: etolo- menta en favor de una comprensión no mecanicista de  
gía, cibernética, neurofisiología de las plantas, y demás. los sistemas vivos, y apunta entonces a la teoría de la  
Asistimos, gracias a la tercera revolución científica la información, lattu sensu. En fin, un estudio y considera-  
teoría de la información- y el entronque resultante con ción de los entrelazamientos entre estas concepciones  
la segunda revolución científica la teoría cuántica-, al se encuentra en (Maldonado, 2018b).  
surgimiento de una física de realidades inmateriales:  
la información o, lo que es equivalente, la semiosis  En cualquier caso, con la biosemiótica es perfectamente  
el mundo de los signos-. Esta física de fenómenos in- posible decir que la biología encuentra una nueva base,  
materiales, es decir, no tangenciales, se encuentra en distante de la explicación fundada en procesos físi-  
marcado contraste con toda la física habida desde Aris- co-químicos. Sin ambages, emerge ante la mirada sen-  
tóteles incluyendo a Galileo y Newton, que es física de sible toda la dimensión de la complejidad en el sentido  
cuerpos materiales. Mientras que los cuerpos físicos se preciso de las ciencias de la complejidad. Recabemos  
afirman sobre el primado de la percepción natural y de con claridad sobre este aspecto: los sistemas vivos no  
los cinco sentidos, la información y la semiosis son alta- son un material determinado, un conjunto compuesto  
mente contraintuitivos. A la información no se la ve con de combinaciones físico-químicas. Manifiestamente que  
la percepción natural. Lo que se ve son los dispositivos la vida, es decir, los sistemas vivos, son sistemas físi-  
de la información y la comunicación: el radio, el televi- cos y, evidentemente, fenómenos materiales. Afirmar lo  
sor, el computador, el celular y demás.  
contrario sería supino.  
Hay varias maneras de comprender a la física de fenó- El problema estriba en que, propiamente hablando, a la  
menos inmateriales. Con Thom, puede decirse que es fecha, aún no se sabe con exactitud qué es la materia.  
la semiofísica; con la mejor expresión de la teoría de la Lo mejor del cruce entre la física del plasma, la física de  
información, puede decirse que se trata de la teoría de partículas elementales y la física cuántica se combina  
la información cuántica. En una expresión puntual en el con la cosmología para establecer qué es la materia.  
seno de lo mejor de la física cuántica y de la cosmolo- A la fecha, se sabe, positivamente, que el 4% del uni-  
gía puede hablarse también idóneamente de una física verso visible es materia conformada por fermiones y  
del vacío, la cual ha sido llamada en ocasiones como la bosones. El restante aproximadamente 96% es materia  
cuántica budista; se trata del cruce e implicaciones, en oscura y energía oscura.  
efecto, entre físicacuánticay budismo (Smethan, 2010).  
Dejamos este último tema de lado provisionalmente. La Los sistemas vivos no son un material determinado;  
dificultad en este plano radica en que la biosemiótica mucho mejor, son lo que hacen. Es posible expresar  
es, por lo menos en su acepción más generalizada, con de tres maneras diferentes pero equivalentes esto que  
la notable excepción de Hoffmeyer, una ciencia que se hacen los sistemas vivos para vivir, así:  
concentra en los sistemas vivos. La extensión de la bio-  
semiótica a la física, y con ella al universo comporta  
abrir las puertas a concepciones perfectamente distin-  
tas a las predominantes en los últimos 2500 años. Se  
trata del panpsiquismo, el hylozoísmo, el panteísmo o  
el biocentrismo. En otras palabras, es la idea de que la  
materia está animada. Son muy pocos los autores que  
Desde el punto de vista computacional, los sistemas  
vivos procesan información, y procesan información  
de manera no-algorítmica. Los sistemas vivos no  
son una máquina de Turing en cualquier acepción  
de la palabra.  
Desde el punto de vista biológico, los sistemas vivos  
Revista de la Unidad de Investigación de la Facultad de Economía de la UNSA  
31  
son sistemas metabolizantes, pero con la metaboli-  
zación, se trata entonces también, necesariamente,  
de la homeostasis. Spinoza designa a la homeos-  
tasis como conatus, esto es, como el impulso por  
afirmarse y vivir, por no perecer y mantenerse en  
el mundo.  
Desde el punto de vista biosemiótico, los sistemas  
vivos son semióticos, esto es, códigos vivos. Produ-  
cen y emite incesantemente códigos, leen los códi-  
gos de su entorno, los decodifican y los interpretan;  
de la mejor manera como pueden.  
El origen de la vida se halla en procesamientos de  
información. La comprensión metabólica puede ser  
traducida o expresada también computacionalmente.  
El origen de la vida se funda en homeostasis. La  
metabolización puede ser traducida y expresada en  
términos biológicos. La homeostasis, así, es tanto  
conatus (Spinoza), como protensión hacia nuevos  
espacios y tiempos (Damasio, 2019).  
La metabolización puede ser traducida y expresada  
como semiosis. Así, la biosemiótica encuentra todas  
las condiciones de posibilidad para su emergencia y  
consolidación.  
Pues bien, quiero sostener expresamente que el espa-  
cio, si cabe la expresión, en el que estas tres maneras En verdad, desde este punto de vista, acertadamente el  
confluyen es en el estudio de la complejidad.  
signo, y no las moléculas constituyen el factor crucial en  
el estudio de los sistemas vivos (Hoffmeyer, 1997). Ya  
Como cabe apreciar, asistimos a la emergencia, y cru- desde su base genética, lo importante no son los genes  
ces, de un magnífico panorama intelectual y de inves- mismos los cuales existen, por lo demás en redes y  
tigaciones. Consideremos sus significados y alcances.  
cadenas-, sino los procesos de comunicación existentes  
entre ellos. Estos procesos son susceptibles de activa-  
ción e inactivación, por ejemplo, a través de procesos  
de metilación. Ello orienta la mirada hacia la epigené-  
tica; sin embargo, debemos dejarla aquí de lado. Lo  
4. Significado y alcances de un conjunto  
de relaciones  
Precisemos de manera puntual: los sistemas vivos pro- importante es que lo determinante son las señales y los  
cesan información de manera diferente a una máqui- procesos informacionales o comunicacionales que suce-  
na; asimismo, lo que es equivalente, los sistemas vivos den a través de instancias como los genes, los péptidos,  
son sistemas vivos de signos. Así, los signos no son un los aminoácidos, las proteínas, y en fin, en todo el te-  
asunto meramente verbal o escrito, sino la forma mis- jido de la vida constituyen y atravesando biomas, eco-  
ma como la vida se despliega en el mundo: lanzando sistemas, nichos ecológicos, tensiones homeoréticas y  
señales, recibiendo señales, interpretando todo tipo de homeostásicas, en esa historia fascinante de simbiosis  
signos y señales. Se trata, manifiestamente, de fenó- que es la vida en general; no en última instancia, cabe  
menos y procesos no racionales ni voluntarios. Cual- hablar de una ecosemiótica, en toda la línea de la pa-  
quier aproximación antropomórfica clásica al respecto labra (Mäekivi, Magnus, 2020). La vida, si cabe, es el  
se queda bastante coja y resulta innecesaria.  
proceso de comunicación que establece la naturaleza  
para comunicarse con realidades y posibilidades. Y este  
La semiótica, esto es, procesos de semiosis, están pre- proceso no sabe de emisores y receptores; muy por  
sentes desde el origen de la vida, e incluso puede decirse el contrario, se trata de polifonía. En su acepción más  
que constituyen el origen mismo de la vida. La casi tota- incluyente, ésta puede ser dicha como polifonía textual,  
lidad de los autores sobre biosemiótica así lo reconocen, narrativa, enunciativa, compuesta por ritmos diferen-  
y autores de las ciencias de la complejidad coinciden en tes, tonadas y alturas, tempos y silencios simultáneos  
lo mismo. Existen diversas teorías acerca del origen de o cruzados, melodías dialogantes pero también oca-  
la vida, y varias también acerca de la lógica de la vida; sionalmente monológicas, conformando un proceso de  
es decir, qué hacen los sistemas vivos para vivir. Según cambio incesante. La calidad de la naturaleza estriba en  
parece todas estas diferentes teorías coinciden en un as- el cambio, en transformaciones armoniosas. La inteli-  
pecto fundamental: en términos biogeoquímicos, el ori- gencia y la sabiduría distintas pero complementarias-,  
gen de la vida se halla, muy probablemente en procesos consisten en la capacidad para leer la fantástica partitu-  
de metabolización metabolism first-. Esto quiere decir, ra polifónica y saberla interpretar. En esto consiste, sin  
que la vida genera sus propias condiciones de surgimien- metáforas, la complejidad del mundo y la naturaleza. Al  
to (= pensar en complejidad es diferente a pensar en cabo, la etnomusicología ha puesto de manifiesto que  
términos de causalidad), y la vida aparece ya como sín- la polifonía no es, en manera alguna, un acontecimien-  
tesis, y no como el resultado de procesos acumulativos o to propiamente occidental, pues se la puede apreciar,  
composicionales (Kauffman, 1993).  
como cano plural en muchas otras culturas y épocas.  
Esta misma idea puede ser comprendida de tres mane- Es imposible hacer buena ciencia sin una base material.  
ras adicionales, así: Lo contrario conduce a la pseudo-ciencia y la super-  
32  
CIENCIAS DE LA COMPLEJIDAD  
chería. Esto es ya suficiente conocido por parte de una a procesos en curso de descubrimiento e innovación, al  
mente (verdaderamente) educada. En el pasado, esto mismo tiempo conceptual y experimental, que puede  
es, clásicamente, la base material de las ciencias natu- ilustrarse en los siguientes rasgos puntuales:  
rales fue la física, mientras que la economía, se dijo, era  
la ciencia que se ocupaba de las bases materiales para a) La escisión entre naturaleza y cultura es ficticia:  
las (explicaciones de las) ciencias sociales y humanas.  
Este fue el esquema tradicional de la modernidad y has-  
ta mediados del siglo XX.  
no existe. Este es el mérito grande de la epigené-  
tica;  
b) La división clásica entre la perspectiva del desarro-  
llo y la evolutiva desaparece, gracias al surgimien-  
to de, enfoque evo-devo y, más amplia y radi-  
calmente: eco-evo-devo (ecológico, des desarrollo  
(development) y evolutiva (evolutionary);  
En el curso de los últimos lustros hemos asistido a una  
eclosión maravillosa de nuevas ciencias y disciplinas,  
al mismo tiempo que a una muy interesante confluen-  
cia de muchas de ellas (Watson, 2017). La expresión c) Los estudios sobre eusocialidad (Wilson y Nowak)  
más acabada de estos procesos ha sido el surgimiento  
y consolidación de grupos de ciencias; por ejemplo, las  
ciencias cognitivas, las ciencias de la vida, las ciencias  
ponen de manifiesto que la ayuda mutua y la coo-  
peración son la regla, jamás la lucha, la selección  
o la depredación;  
de la salud, las ciencias del espacio las ciencias de la d) La mejor teoría sobre el origen de la vida es la en-  
tierra, las ciencias de materiales, en fin, las ciencias de  
la complejidad. Con una doble salvedad, por lo menos  
de tipo semántico e histórico: de un lado, cuando en  
dosimbiosis; los sistemas vivos son eminentemen-  
te simbióticos; en el caso de los seres humanos,  
hemos llegado a saber que somos holobiontes;  
el siglo XIX W. Whewell acuñó por primera vez la pa- e) La vida en general es un proceso no-lineal y auo-  
labra “científico”, no fue para referirse a un teórico o  
investigador, y ciertamente no uno en una determinada  
ciencia o disciplina. “Científico” designó a aquel que es  
torganizativo gatillado por procesos informaciona-  
les.  
capaza de moverse entre ciencias y disciplinas diferen- En otras palabras, dicho de manera clásica, el tradi-  
tes y capaz, entonces de llevar a cabo conexiones en- cional enfoque físico-químico para la explicación acerca  
tre ellas. De otra parte, al mismo tiempo, la escisión del origen y la lógica de la vida resulta innecesario por  
entre ciencia y filosofía no siempre existió. Ese fue un insuficiente. Por el contrario, se impone el tránsito a  
(
mal) invento de Descartes. La Naturphilosophie y la un enfoque informacional; o comunicacional, lo que es  
Naturwissenschaft, notablemente, nada supieron de je- equivalente.  
rarquías y divisiones entre filosofía y ciencia. Pues bien,  
los dos temas de este trabajo, biosemiótica y compleji- Es cierto que algunos de los temas o aspectos que se  
dad se sitúan exactamente en esta dúplice longitud de acaban de mencionar no han sido considerados en de-  
onda. Al fin y al cabo, nadie piensa bien pensando en talle en este artículo. (Por ejemplo, la endosimbiosis  
parcelas, secciones y segmentos. La bibliografía al res- (Margulis, Sagan, 2003), el enfoque evo-devo (Carroll,  
pecto es ya amplia y creciente.  
2006) y la epigenética (Jablonka, Lamb, 2005; Moo-  
re, 2017)). No obstante, debe ser evidente que nuevas  
Nuevas ciencias como síntesis han emergido y están luces aparecen sobre el más apasionante de todos los  
surgiendo. Consiguientemente, nuevos lenguajes, fenómenos: el estudio de la vida, y de lo que hacen  
aproximaciones, herramientas y formas de organiza- los sistemas vivos para ser tales. El vector, si cabe la  
ción del conocimiento, entre otros rasgos conspicuos. palabra, conduce a comprensiones alta y creciente-  
Sin embargo, ni es fácil ni gratuito el nacimiento de mente contratintuitivas; particularmente cuando se las  
nuevas disciplinas y ciencias ni tampoco los procesos mira con los ojos del pasado o de la ciencia normal (Th.  
de acercamiento y síntesis entre ellas. No solamente lo Kuhn). Expresado en el marco de la física, la informa-  
que prima, ampliamente sigue siendo la disciplinariza- ción permite comprender más y mejor lo que explica-  
ción del conocimiento, y en consecuencia, el análisis y ban antes la energía y la materia (masa). A. Wheeler  
la división de formas de conocimiento.  
lo sintetizó en la fórmula, ya hoy muy conocida: it from  
bit, from qubit (Halpern, 2018).  
Un aspecto central pero también transversal del diálo-  
go, posible e inevitable, entre biosemiótica y ciencias de Un sistema complejo es un sistema no-lineal. Pues  
la complejidad consiste en el reconocimiento explícito bien, bien entendida la no-linealidad significa exacta-  
de que la biología, grosso modo, es la base de las nue- mente que los fenómenos de complejidad creciente ga-  
vas ciencias. No existe ningún fenómeno o sistema de nan información; aun cuando no necesariamente ello  
complejidad mayor que los sistemas vivos. La biología, implique ganar memoria. Los sistemas lineales no ga-  
en ocasiones llamada “nueva biología”, hace referencia nan, en absoluto, información. Poseen una determinada  
Revista de la Unidad de Investigación de la Facultad de Economía de la UNSA  
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información y sólo pueden perderla. Por contrario, un todo lo contraria lucha y simple selección, natral o cultu-  
sistema que gana información se dice que es no-lineal. ral o cualquier otra. Más exacta y radicalmente, la vida  
Como se aprecia, diversas líneas de estudio y reflexión es un tejido de signos y mensajes, que ni se reducen a  
confluyen en este punto. Este texto trazado varias de los esquemas antropocéntricos, ni tampoco se agotan,  
estas líneas, que apuntan a consideraciones al mismo en modo alguno, en esquemas culturales humanos.  
tiempo científicas y filosóficas (y no una más que la  
otra).  
Debe quedar claro que la naturaleza habla en nume-  
rosos lenguajes, y nunca en una solo. Un antecedente  
sin igual de esta idea se encuentra ya en Jenófanes:  
los dioses de los etíopes son chatos y negros, y los de  
los Tracios, de ojos azules y blancos. La naturaleza ha-  
5
. Conclusiones: la biosemiótica es una  
ciencia de la complejidad  
Los sistemas vivos procesan información de forma bla de hecho, simultáneamente, en una polifonía, unos  
no-algorítmica. Precisamente por ello, el procesamien- lenguajes cruzados con otros, unos interrumpiendo o  
to de la información en los sistemas vivos sucede, por superponiéndose a otros, cruzados, libres, abiertos. La  
ejemplo, de forma paralela, distribuida, no-local, como biosemiótica consiste en el estudio de estos sistemas de  
emergencia, y de otras formas que no son jamás se- signos naturales, tanto como las ciencias de la comple-  
cuenciales, centralizadas ni jerárquicas. Pues bien, jidad de su diversidad irreductible y su carácter crecien-  
concomitantemente, la semiosis no sucede de forma te, que coincide, por lo demás, con la evolución misma  
algorítmica, en absoluto. Existe, así, una conjunción  un proceso de especiación o arborización.  
perfecta entre hipercomputación biológica y biosemió-  
tica.  
La naturaleza habla muchos más lenguajes que los que  
los seres humanos, culturalmente, creen. Así, la inte-  
Podemos señalar que existen dos vertientes recientes, ligencia humana consiste en aprender los numerosos  
mucho más allá de los cimientos sentados por Shan- lenguajes de la naturaleza y sus sistemas de signos y  
non y Weaver, principales en la teoría de la información. códigos. Una idea de corte eminentemente científico y  
Una es la teoría cuántica de la información; la otra, la filosófico a la vez. Sin exageración, la biosemiótica per-  
biosemiótica. Información, signos, comunicación, se- mite, como ninguna otra ciencia o disciplina, captar la  
ñales  diferentes nombres para designar realidades riqueza y pluralidad de la naturaleza.  
no materiales, y mucho más que estados, procesos.  
La información sólo existe como proceso; como estado La complejidad es, simple y llanamente, una multipli-  
sólo existen los datos, a los cuales le suceden muchas cidad que no puede de ninguna manera ser reducida a  
cosas; por ejemplo, minería de datos, procesamiento, unos cuantos o a unos pocos elementos y cuya estruc-  
scraping, y muchos más. Este rasgo de la información tura y dinámica es abierta, nunca cerrada o asilada; en  
coincide, plano por plano, con la semiosis. Los sistemas consecuencia, es eminentemente nodal y, al cabo, un  
vivos son tales justamente porque no saben de estabili- sistema de redes. Los comportamientos de los sistemas  
dad, equilibrio o permanencia, sino de cambios, proce- complejos tienen diferentes atributos; aquí, cabe desta-  
samientos, aprendizaje y adaptación, por ejemplo.  
car específicamente, la autoorganización, la emergen-  
cia, la adaptabilidad, la no-linealidad y la imprevisibili-  
Ya desde el primer peldaño de la semiosis, si se puede dad. Por su parte, la biosemiótica ha sido llamada como  
decir así, el código genético queda establecido que: 1) una síntesis entre las ciencia naturales, sociales y hu-  
es un código real, 2) fue el primero de una larga serie manas. Paralelamente, es preciso decir que cuando se  
de códigos orgánicos que dieron lugar a la historia de piensa en complejidad se habla mucho más y muy dis-  
la vida en el planeta. Desde entonces, la heurística de tinto a simplemente inter, trans o multidisciplinariedad.  
la biosemiótica se sugiere amplia, muy rica y ubicua; y Dicho sin más, la biosemiótica puede ser considerada,  
jamás monofónica o monocromática.  
apropiadamente, como una de las ciencias de la com-  
plejidad. El tema, así, no es sencillamente de adscrip-  
Indudablemente, la vida se basa en semiosis; esto es, ciones o elaboración de conjuntos de conocimientos: se  
en signos y códigos, y en los concomitantes sistemas trata de la conjunción para pensar el más fantástico  
de lectura e interpretación. La teoría de la evolución, de todos los fenómenos imaginables: la vida; esto es,  
que es, dicho por el propio Darwin, una teoría esencial- la vida tal-y-como-es- y la vida tal-y-como-podría-ser-  
mente incompleta, logra complementarse con la ayuda posible. Un horizonte amplio y generoso emerge ante la  
de la biosemiótica; como, por lo demás, ya lo había he- mirada sensible.  
cho mediante el concepto de auto-organización. La idea  
misma de códigos de señales o signos comporta la idea  
de horizontalidad, cooperación y co-evolución; esto es,  
34  
CIENCIAS DE LA COMPLEJIDAD  
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