CC, Vol.2. N° 2: 7-15. https//doi.org/ 10.48168/cc022021-001  
Revisión conceptual del Buen  
Vivir desde la perspectiva de la  
complejidad  
Conceptual Review of Good  
Living from a Complexity  
Perspective  
Rodrigo Severo Arce Rojas  
Universidad Nacional de Ingeniería UNI, Lima, Perú  
Recepción: 12/10/2021  
Aceptación: 20/11/2021  
Resumen  
El presente artículo trata de la revisión del concepto del Buen Vivir desde la perspectiva de las ciencias de la  
complejidad y del pensamiento complejo. Para el efecto, se ha realizado una revisión bibliográfica especializada  
de la cual se concluye que el enfoque de complejidad, tanto desde la perspectiva de las ciencias de la compleji-  
dad como del pensamiento complejo, constituye una valiosa herramienta para la interpretación del concepto del  
Buen Vivir. Se reconoce un concepto que puede abordarse desde la perspectiva de sistemas complejos como de  
los fenómenos de la complejidad que aluden a la incertidumbre, los quiebres, las fracturas, las bifurcaciones, las  
singularidades y la borrosidad, entre otros. La convivialidad, la solidaridad y la complementación en el Buen Vivir  
tienen correspondencia con los principios de organización sistémica y recursividad. Como concepto religante de  
diversas propuestas regeneradoras, el Buen Vivir tiene el potencial para colocar en el debate y la práctica alter-  
nativas al desarrollo, las cuales reconozcan la necesidad de la reconexión del ser humano con la naturaleza de la  
que forma parte. En tal sentido, el Buen Vivir tiene el potencial de ofrecer alternativas a la megacrisis planetaria  
a la que nos ha llevado el antropocentrismo mercantilista.  
Palabras clave: Complejidad; Desarrollo; Naturaleza; Pensamiento complejo; Posdesarrollo.  
Abstract  
perspective of complex systems such as the phenom-  
ena of complexity that allude to uncertainty, breaks,  
This article deals with the review of the concept of fractures, bifurcations, singularities and blurriness,  
Good Living from the perspective of the sciences of  
complexity and complex thinking. For this purpose, a  
among others. Conviviality, solidarity and complemen-  
tarity in the Good Life correspond to the principles of  
specialized bibliographic review has been carried out. systemic organization and recursivity. As a religious  
From the reflection it is concluded that the complexity  
approach, both from the perspective of complexity sci-  
ences and complex thinking, constitutes a valuable tool  
for the interpretation of the concept of Good Living. It  
recognizes a concept that can be approached from the  
concept of diverse regenerative proposals, Good Living  
has the potential to place in debate and practice alter-  
natives to development that recognize the need for the  
reconnection of human beings with the nature of which  
they are a part. In this sense, Good Living has the po-  
Revista de la Unidad de Investigación de la Facultad de Economía de la UNSA  
7
tential to offer alternatives to the planetary mega-crisis  
to which mercantilist anthropocentrism has led us.  
rrollo (ITESO, 2017; Vera, 2014). Tanto las ciencias de  
la complejidad como el pensamiento complejo permi-  
ten articular diversos saberes (Gonfiantini et al., 2020),  
por lo que constituyen valiosos soportes para tratar de  
entenderlo.  
Keywords: Complexity; Development; Nature; Com-  
plex Thinking; Postdevelopment.  
El presente artículo tiene como propósito contribuir  
al entendimiento del concepto del Buen Vivir desde la  
perspectiva de la complejidad. Para el efecto se ha rea-  
lizado una búsqueda bibliográfica especializada. La pre-  
gunta que ha guiado la revisión fue: ¿de qué manera el  
enfoque de complejidad aporta en la interpretación del  
1
.
Introducción  
Es indudable que la humanidad enfrenta una crisis  
civilizatoria que obliga a repensar el modo de vida de  
los seres humanos, que, empujados por una visión an-  
tropocéntrica y utilitarista, ha provocado severos im- concepto del Buen Vivir? En tal sentido, se han desa-  
pactos a la naturaleza y a la marginación y exclusión  
rrollado dos secciones: una para la revisión del marco  
social (Cardoso et al., 2016; Maldonado, 2020). Esta conceptual desde la perspectiva de las ciencias de la  
situación obliga a revisar los marcos epistemológicos,  
ontológicos, teóricos y metodológicos que explican  
cómo ha sido posible llegar a esta situación delicada  
para el planeta y la propia viabilidad humana como es-  
pecie.  
complejidad y otra desde el enfoque del pensamiento  
complejo.  
2. Resultados  
2.1.  
De esta forma, la humanidad ha creado el concep-  
to aspiracional del desarrollo, asociado fuertemente a  
la idea de progreso determinista y al crecimiento eco-  
nómico. La insistencia en su aplicación convulsiva ha  
llevado al desarrollismo; su mala aplicación e incom-  
prensión, al maldesarrollo y a la necesidad de ir más  
allá de sus valores antropocéntricos, materialistas y  
utilitaristas, a plantear propuestas enmarcadas en las  
alternativas al desarrollo. Dentro del conjunto de opcio-  
nes que buscan ir más allá del desarrollo se encuentra  
el concepto de Buen Vivir.  
El concepto emergente del Buen Vivir, desde el cons-  
titucionalismo andino, no se reduce a países como Bo-  
livia, Ecuador y Perú, pues su espíritu o aire de familia  
conceptual y de sentir se encuentra en diversos pueblos  
indígenas de América Latina (Abya Yala) y del mundo  
que apelan a lograr la armonía y la plenitud de vida.  
En su actual conceptualización es posible identificar a  
indígenas y proindígenas desde las vertientes sociales  
y políticas, así como corrientes que no se reconocen  
como indigenistas desde los ámbitos ambientalistas,  
socialistas y de la teología de la liberación (Belotti,  
El abordaje de la realidad socioecológica del Buen  
Vivir encuentra en la complejidad un marco episté-  
mico de primer orden para entenderlo mejor; así,  
considera “la visión holista, la unidad en la diversi-  
dad, lo integral de los procesos y la vida, los princi-  
pios de la complejidad de lo social” (ITESO, 2017, p.  
8). Como señala Cardoso y colaboradores (2016, p.  
8), en el Buen Vivir se reconoce que somos múlti-  
ples, diversos, pero iguales.  
La complejidad, a diferencia de la epistemolo-  
gía que fragmenta, apela a la síntesis (Maldonado,  
2015a). Se encuentra que el Buen Vivir es un con-  
cepto síntesis desde la filosofía andina, el ambienta-  
lismo y el socialismo. Adicionalmente el Buen Vivir  
es un concepto síntesis entre el trabajo, el equilibrio,  
la armonía, la creatividad, la serenidad y el saber  
ser, entre otros (Vera, 2014).  
La complejidad, desde la perspectiva de las cien-  
cias de la complejidad, es el estudio de la vida y de  
los sistemas vivos. El concepto del Buen Vivir apela  
profundamente a la vida, pero no solamente la vida  
humana, sino también a la vida no-humana e inclu-  
so se extiende a lo que Occidente considera inerte,  
como las montañas, los ríos, el cosmos. En tal direc-  
ción se podría decir que el concepto de Buen Vivir  
es organicista, por lo que se reconoce dentro del  
panpsiquismo. A contrapelo de lo que se podría pen-  
sar como rezago de un pensamiento animista ana-  
crónico, la ciencia demuestra que cada vez es más  
difícil distinguir lo vivo de lo no-vivo, lo orgánico de  
lo inorgánico, lo biótico de lo abiótico. Es la civiliza-  
ción occidental la que desde el neolítico ha construi-  
do socialmente el concepto de que el ser humano  
es distinto, distante y superior respecto de la natu-  
2
014). Cada tendencia pugna por darle su sello sin que  
exista una propuesta aceptada por todos. Hay incluso  
grupos que niegan la existencia real del Buen Vivir y  
lo conciben más bien como un collage de aspiraciones  
utópicas.  
Existen muchas dificultades para entender y explicar  
el Buen Vivir desde la epistemología reduccionista de la  
ciencia caracterizada por ser disyuntiva, reductiva, me-  
canicista, lineal, determinista, legalista, además de ser  
colonialista y patriarcal (Estrada, 2018; Vera, 2014). El  
concepto del Buen Vivir puede ser interpretado desde  
la complejidad, el pensamiento complejo y el biodesa-  
8
CIENCIAS DE LA COMPLEJIDAD  
raleza. Pero esta constatación también señala que  
no existe una línea evolutiva determinista que cada  
vez vaya definiendo etapas superiores a las anterio-  
res; por el contrario, esta forma de abordaje de la  
realidad demuestra la circularidad del tiempo, aun-  
que también se podría decir que presenta una figura  
espiralada que se ubica multidimensionalmente con  
cruces y bifurcaciones (Maldonado 2016a; 2016b;  
cada situación particular. De ahí que acertadamente  
se señala que, más que hablar de Buen Vivir, lo más  
apropiado sería hablar de Buenos Vivires.  
La complejidad está interesada por las múltiples  
posibilidades e incluso por las imposibilidades (Mal-  
donado, 2016b). Quienes critican el concepto de  
Buen Vivir señalan que es vacuo, gaseoso y que es  
una propuesta utópica no acorde con el ritmo ver-  
tiginoso y pragmático de los tiempos. Frente a un  
mundo que valora la velocidad, la eficacia y la efi-  
ciencia, el concepto de Buen Vivir no busca la acu-  
mulación, el éxito personal, el consumo desenfre-  
nado; por ello, desde la perspectiva que dan esos  
valores, habrá quienes lo consideran solo un ideal de  
buenos deseos que no se condice con los “factores  
de éxito” que la sociedad capitalista ha construido.  
En tal sentido, su fuerza inspiradora también tiene  
que ver con la búsqueda de “los imposibles”, es de-  
cir, de los diversos futuros posibles.  
La complejidad está muy interesada en el estudio  
de las crisis, aquellas que ya llegaron, las que están  
por venir e incluso las que nunca llegarán (Maldo-  
nado, 2015b). El concepto del Buen Vivir cobra re-  
levancia precisamente porque llega en un momento  
en el que atravesamos por una gran crisis civiliza-  
toria con efectos que ya sentimos y vivimos, con  
efectos previsibles que vendrán más adelante y con  
efectos que aún no podemos avizorar.  
2018; 2019a; 2019b).  
La complejidad está interesada en el estudio  
de los eventos raros, singulares o particulares que  
presentan comportamientos extraños, irregulares e  
irreversibles (Maldonado, 2016c). En tal sentido, el  
concepto de Buen Vivir se ajusta a esta situación  
ya que se resiste a la determinación, a la defini-  
ción precisa y certera, como se esperaría desde la  
racionalidad objetivista. Desde la perspectiva del  
pensamiento complejo, se busca comprender y ex-  
plicar los fenómenos que no se han visto o no han  
querido ser vistos en la pretensión de ir más allá de  
lo conocido. Como señala Arturo Vera: “La Compleji-  
dad saca a la luz, características antes negadas, que  
ahora más que nunca es importante considerar por  
su innegable existencia: la incertidumbre, el desor-  
den, el caos, la contradicción, el antagonismo y la  
aberración” (2014, p. 113).  
La complejidad del concepto del Buen Vivir viene  
desde el origen, desde su ubicación, alcance y mar-  
co temporal, desde las vertientes que aportan a su  
formulación y proyecciones de implementación. El  
significado borroso del concepto es una debilidad al  
mismo tiempo que una fortaleza, porque le permite  
absorber múltiples posibilidades, responder a las rea-  
lidades contextuales, adaptarse y evolucionar según  
La complejidad puede abordarse desde dos pers-  
pectivas: una de ellas planteada desde lo sistémico  
y otra que se ocupa de la realidad más allá estable-  
cida de la media, de la estandarización, de la nor-  
malización o protocolización y que por tanto da  
pie a los quiebres, las fracturas, los intersticios, los  
Con uno  
mismo  
Con el  
cosmos  
Con la  
sociedad  
Convivencialidad  
armónica como  
fundamento del  
Buen Vivir  
Con los  
espíritus y  
las  
Con la  
naturaleza  
deidades  
Figura 1. La convivencialidad armónica como fundamento del Buen Vivir  
Revista de la Unidad de Investigación de la Facultad de Economía de la UNSA  
9
azares, aleatoriedades, las contingencias, las fluc-  
tuaciones, las bifurcaciones, entre otras manifesta-  
ciones de la complejidad.  
perspectiva del pensamiento complejo, se toma  
como punto de partida los once principios presenta-  
dos por Morin (2004) y recopilados por Acevedo et  
al. (2020) y Arce (2021).  
El enfoque sistémico está muy presente en el con-  
cepto del Buen Vivir en tanto mirada holística, unita-  
ria, que da cuenta de los diferentes componentes del  
sistema que se encuentran altamente interrelaciona-  
dos. Aunque no se alude directamente al concepto de  
sistema, la idea está presente. Consecuentemente,  
también es posible reconocer el entorno. Así, es po-  
sible identificar la continuidad persona-familia-comu-  
nidad-sociedad-especie humana-naturaleza-cosmos  
en doble direccionalidad, desde la persona hasta lle-  
gar al cosmos y desde el cosmos hasta llegar a la per-  
sona, aunque cabe aclararla figura de persona,  
sin desconocerla, no es central sino la comunalidad  
2.2.1. Principio sujeto-objeto (reintroducción del  
cognoscente en todo conocimiento)  
La relación entre los seres humanos y la natura-  
leza es entre sujetos y no de sujeto-objeto (Acosta,  
2014). En el Buen Vivir el acto de conocer, que no se  
reduce a la racionalidad, alude a la cotidianidad de  
la convivencia en todos los planos.  
2.2.2. Principio sistémico u organizativo  
(
que se entiende incluye a las familias). La figura 1  
Cubillo y colaboradores (2016, p. 35) afirman  
que el concepto de Buen Vivir es “un collage post-  
moderno de concepciones indígenas, campesinas,  
sindicalistas, cooperativistas, solidarias, feministas,  
pacifistas, ecologistas, socialistas, decolonialistas,  
teólogo-liberacionistas, etc.”. Consecuentemente,  
revela su carácter de síntesis.  
El Buen Vivir alude a una concepción holística y  
plural constituida por elementos tangible e intangi-  
bles (Acosta, 2014; Gudynas, 2014). Valora la di-  
versidad y respeta al “Otro” (Acosta, 2014). Como  
mencionan Cardoso y colaboradores “[p]ara el Buen  
vivir es necesario el reconocimiento de todos y de  
todo, es decir, admitir que somos múltiples y diver-  
sos pero iguales, por lo que las sociedades deben  
aceptar su naturaleza pluriétnica e intercultural”  
(2016, p. 8). En tal sentido, se apela a la unidad  
(ITESO, 2017) y al equilibrio interno y externo de  
una comunidad (Macas, como es citado en Rocha,  
2020). Este equilibrio se manifiesta en todos los ni-  
veles de vida y de la naturaleza (Vera, 2014).  
El concepto de Buen Vivir refiere a una relación  
armoniosa entre el ser humano (el individuo, la fa-  
milia, la comunidad) y la madre tierra (Acosta, en  
entrevista con Fernández, 2014; cfr. también Be-  
lotti, 2014; Houtart, 2014; Noguera, 2020; Vera,  
2014), alcanzando incluso hasta el cosmos (Acosta,  
2014). Se aclara que el sentido de comunidad abar-  
ca lo humano y lo no-humano, como “ciertos ani-  
males, plantas, montañas, rocas” (Gudynas, 2014,  
p. 86) o “la tierra, los bosques, los ríos y lagunas”  
(Cardoso et al., 2016, p. 7). Asimismo, incluye “a los  
antepasados, los difuntos, las futuras generaciones,  
el mundo espiritual y lo divino” (Estermann, 2013,  
p. 10). Estas interacciones contienen la relación per-  
sonas-familia-sociedad-naturaleza-cosmos (Cardo-  
so et al., 2016; Houtart, 2014). La vida armoniosa  
muestra la convivencialidad armónica como funda-  
mento del Buen Vivir.  
La dinámica alejada del equilibrio de la comuna-  
lidad humana, aunque se reconoce otros tipos de  
comunalidades, se puede verificar en las relaciones  
de colaboración, solidaridad y reciprocidad que re-  
suelven el juego de la entropía social y su respecti-  
va neguentropía (o sintropía). De estos procesos de  
autoorganización se espera que emerjan los valores  
de felicidad, alegría y plenitud existencial.  
2
.2. El Buen Vivir desde la perspectiva del pensa-  
miento complejo  
El pensamiento complejo incorpora una perspec-  
tiva integradora de las diversas fuentes y vertientes  
del conocimiento. Esta no se reduce únicamente a lo  
racional, sino que apela a la pluralidad de manifesta-  
ciones propias de las características del ser humano,  
reconocido como ente biopsicosocial que actúa en  
un ambiente dado.  
Desde el pensamiento complejo se mencionan los  
principios de dialogicidad y recursividad. En el con-  
cepto de Buen Vivir este diálogo se verifica entre  
diferentes dimensiones, planos y categorías tangi-  
bles e intangiblesen los que el encuentro da cuenta  
de la recursividad a modo de bucle. Aquí es posible  
inscribir la crianza mutua de la filosofía andina en la  
que el ser humano cría a la naturaleza y la naturaleza  
cría al ser humano. En esta perspectiva, es impor-  
tante entender que la naturaleza como cielo, como  
luna, como plantas o animalesle habla al hombre  
y mujer andinos, y a través de señas indica cuándo  
sembrar o cosechar. Así, los rituales constituyen una  
forma de comunicación (Palomino y Ojeda, 2016).  
Para la interpretación del Buen Vivir, desde la  
1
0
CIENCIAS DE LA COMPLEJIDAD  
hace referencia a conceptos clave como conviven-  
cialidad, solidaridad y reciprocidad (Acosta, 2014;  
Bretón et al., 2014; Gudynas, 2014). Según Cubillo  
et al. (2016), la búsqueda de armonía integral pue-  
de reconocerse como compatible con la orientación  
de sostenibilidad.  
nos y no-humanos (Acosta, 2014, p. 39); entre los  
seres humanos, los dioses y los espíritus protectores  
de las vidas existentes en la Pachamama (Cardoso  
et al., 2016, p. 6). La crianza mutua entre el ser  
humano y la naturaleza es una manifestación de re-  
troalimentación.  
El concepto de Buen Vivir incluye una concepción  
no-lineal del tiempo, la vida y la historia (Acosta,  
2.2.5. Principio de autonomía/dependencia (au-  
to-eco-organización, auto-eco-explicación)  
2
014; Gudynas, 2014; Hidalgo y Cubillo, 2014) que  
se pone de manifiesto en el principio andino de ci-  
clicidad (Cardoso et al., 2016; Estermann, 2013).  
Desde la perspectiva del Buen Vivir, el “‘futuro real’  
se encuentra en el ‘pasado’ que tenemos por de-  
lante” (Estermann, 2013, p. 11). No busca ni re-  
presenta soluciones únicas, por lo que se identifica  
que es más apropiado hablar de Buenos Vivires, re-  
conociendo las múltiples posibilidades contextuales  
En el concepto del Buen Vivir se reconoce la in-  
dividualidad y la identidad personal (Cubillo et al.,  
2016), pero no se reduce a ellas porque se hace  
referencia al valor de la comunalidad ampliada que  
no se circunscribe a los humanos, sino que incluye  
a la naturaleza, los espíritus y las deidades, e inclu-  
so al cosmos. De esta manera, el ser humano está  
estrechamente interrelacionado con la naturaleza y  
el cosmos en convivencia (Estermann, 2013) en el  
marco del derecho a la relacionalidad con la Madre  
Tierra (Huanacuni, 2010).  
(Cubillo et al., 2014). De tal manera, la cosmovisión  
andina está abierta a la creatividad (Vera, 2014).  
2
.2.3. Principio dialógico o de dialogización  
La dialogicidad en el Buen Vivir es una de sus  
principales características, y se emparenta con los  
principios andinos de dualidad y complementarie-  
dad. La crianza mutua en el mundo andino “implica  
conversación, diálogo, entendimiento, pactos, nego-  
ciaciones, reciprocidades, intercambios y acuerdos  
entre entes humanos y no humanos” (Lema, 2013,  
s. p). En la cosmovisión andina no se niegan las con-  
tradicciones (Houtart, 2014).  
2.2.6. Principio de recursividad organizacional (re-  
cursión, causalidad en bucle, retroalimentación)  
El Buen Vivir es expresión de los principios de  
la filosofía andina que aluden a la corresponden-  
cia, complementariedad, reciprocidad y ciclicidad  
(Acosta, 2011; Acosta, 2014; Cubillo et al., 2016;  
Estermann, 2013). Es necesario reconocer que la  
complementariedad parte del reconocimiento de la  
dualidad o diarquía propia de la cosmovisión andina  
(Vera, 2014).  
Las manifestaciones del diálogo se verifican entre  
el individuo y la sociedad; entre los conocimientos  
científicos y los conocimientos y saberes ancestrales  
(diálogo de saberes); entre saberes y sensibilida-  
2.2.7. Principio de emergencia  
des (Bretón et al., 2014); entre las generaciones  
presentes y futuras; entre elementos materiales y  
la afectividad y la espiritualidad (Gudynas, 2014, p.  
El propio concepto de Buen Vivir se podría re-  
conocer como emergente desde la confluencia de  
diversas vertientes de pensamiento, historias y con-  
textos socioculturales.  
8
4); entre lo humano y lo no-humano; entre la co-  
munidad feliz y el ecosistema feliz (Houtart, 2014);  
entre tradición y modernidad (Acosta, 2011); entre  
el estrato de arriba y el estrato de la cotidianidad  
aquí y ahora (Estermann, 2016).  
2.2.8. Principio holográfico (hologramático)  
Todo ello plantea recrear la interculturalidad (Cu-  
billo et al., 2016; Houtart, 2014), así como relación  
entre la autosuficiencia y el mercado (Stefanoni,  
A partir de la alusión a la relacionalidad como  
fuente central del Buen Vivir se podría colegir que,  
aunque no se la mencione explícitamente, es una  
forma de decir que el todo está en la parte y la par-  
te está en el todo y que “un cambio en una parte  
conlleva necesariamente un cambio correspondiente  
en las demás partes” (Estermann, 2013, p. 6). Para  
la filosofía andina, el macrocosmos se refleja en el  
microcosmos y el microcosmos se refleja en el ma-  
crocosmos (Estermann, 2013).  
2
014). Alude, por tanto, al proceso de negociación y  
consenso (Acosta, 2011).  
2.2.4. Principio de retroalimentación  
Es por el que se acepta la relacionalidad y com-  
plementariedad entre todos los seres vivos, huma-  
Revista de la Unidad de Investigación de la Facultad de Economía de la UNSA  
11  
2.2.9. Principio de incertidumbre  
3. Discusiones  
Al plantear “una cosmovisión diferente a la occi-  
dental al surgir de raíces comunitarias no capitalis-  
tas”, rompe por igual “con las lógicas antropocéntri-  
cas del capitalismo en tanto civilización dominante  
y también de los diversos socialismos realmente  
existentes hasta ahora” (Acosta, como es citado por  
Bretón et al., 2014).  
Se ha podido encontrar que el concepto de Buen  
Vivir da cuenta de muchas paradojas y cuestiones an-  
titéticas que se ubican entre el orden y el caos: entre  
el discurso oficial (en el caso de Bolivia y Ecuador) y la  
práctica, entre la narrativa de sus promotores externos  
y la de los propios actores involucrados en la cotidiani-  
dad, entre la idealización y la materialidad andina, en-  
tre el esencialismo y el realismo, entre el desarrollismo  
y el antidesarrollo, entre el mercado y el antimercado,  
entre otras ambivalencias (Bretón et al., 2014).  
2
.2.10. Principio borroso  
Como señala Bretón y colaboradores (2014, p.  
7) [...] sumak kawsay y buen vivir son conceptos  
Aunque el Buen Vivir aparece como un concepto  
alternativo al desarrollo, en la práctica se encuentran  
1
poliédricos, ambivalentes, vaporosos y difíciles de expresiones que podrían calificarse como premoder-  
concretar; convergentes o divergentes según el uso  
ideológico y político que se haga de ellos…”. Andreu  
Viola (2014) destaca su indefinición conceptual, am-  
bigüedades e imprecisiones, por lo que según él nos  
encontramos ante un caso de “tradición inventada”  
nas, modernistas y posmodernistas con fronteras po-  
rosas (Hidalgo y Cubillo, 2014). Como señalan Mónica  
Chuji, Grimaldo Rengifo y Eduardo Gudynas en el libro  
Pluriverso. Un diccionario del posdesarrollo: “La cate-  
goría del Buen Vivir o Vivir Bien expresa un conjunto de  
perspectivas sudamericanas que comparten cuestiona-  
mientos radicales al desarrollo y otros componentes de  
la Modernidad, y a la vez ofrecen alternativas más allá  
de esta” (2019, p. 188).  
2
.2.11. Principio caórdico  
El concepto transita entre los fundamentos de la  
filosofía andina y el discurso políticamente interesa-  
do (Bretón et al., 2014).  
Por lo tanto, según los contextos específicos, las  
denuncias y respuestas tendrán sus particularidades,  
Desarrollismo  
Capitalismo  
Posdesarrollo  
Poscapitalismo  
Descolonización  
Despatriarcalización  
Comunalidad  
Colonialismo  
Patriarcado  
Denuncias y respuestas  
El Buen Vivir como  
concepto  
Individualismo  
Antropocentrismo  
Materialismo  
Biocentrismo  
Reconocimiento de los  
valores inmateriales  
Figura 2. Denuncias y respuestas en la conceptualización del Buen Vivir  
1
2
CIENCIAS DE LA COMPLEJIDAD  
por lo que el concepto queda abierto a otras perspecti-  
vas emparentadas (Acosta, 2014). Es importante tener  
presente que el concepto de Buen Vivir no alude a una  
sociedad andina enclavada en el tiempo y en el espacio,  
la cual también ha sido sometida a las influencias del  
pensamiento occidental y del mercado (Belotti, 2014).  
Ahora bien, es necesario señalar que para algunos el  
Buen Vivir no es motivo de conceptualización porque  
más bien se trataría de una cosmovisión y de una pro-  
puesta de modo de vida (Cardoso, et al., 2016). Por su  
parte Eduardo Gudynas (2011) pone de manifiesto las  
dificultades para arribar a una definición única, en tanto  
un concepto plural deberá responder a los contextos  
específicos. La figura 2 muestra las denuncias y res-  
puestas en la conceptualización del Buen Vivir.  
Vivir, con su carácter aglutinante de posiciones con-  
trahegemónicas, lo “desordena todo” ratificando su rol  
contestatario (Belotti, 2014).  
Más que un concepto-herramienta, el Buen Vivir  
aparece como un concepto inspiracional y aspiracional.  
Puede servir de guía para que los diversos pueblos re-  
flexionen sobre los valores que deben guiar su pensar,  
sentir, actuar y hablar, tomando en cuenta las tensiones  
que se generan entre la materialidad y la espiritualidad,  
entre el idealismo y el pragmatismo, entre la aspiración  
de autonomía y la necesaria interdependencia con rea-  
lidades sociopolíticas y económicas, entre las legítimas  
necesidades personales, familiares y locales, y las exi-  
gencias planetarias que la época exige. Según los dife-  
rentes procesos históricos y contextuales, no hay una  
única manera de caracterizar, describir, vivir o sentir el  
Buen Vivir.  
Una de las características del Buen Vivir refiere a  
la no-linealidad, que lo diferencia de las versiones de-  
terministas de la ciencia normal. La concepción circu-  
lar del tiempo del Buen Vivir “[...] no es un paradigma  
en retroceso, más bien es un cambio en la manera de  
comprender el tiempo, de experimentar, construir el  
espacio y apreciar la vida” (Bravo, et al., 2019; como  
es citado en Gonfiantini et al., 2020, p. 861).  
Se reconoce que el concepto del Buen Vivir es una  
categoría dinámica que está en permanente construc-  
ción, deconstrucción, reproducción y reconstrucción  
(Acosta, 2014; Rocha, 2020); es decir, es un concepto  
en constante transformación. Según Francesca Belot-  
ti (2014), da cuenta de su carácter abierto, poroso y  
plástico que al ser su fortaleza también lo debilita por-  
que aparece como polisémico, ambiguo; ello, de acuer-  
do con Andreu Viola (2014), implica que lo puede vaciar  
de contenido. No obstante, aun cuando recoge diferen-  
tes vertientes de pensamiento, se caracteriza por tener  
una identidad (Cubillo et al., 2016), y el hecho de que  
sea un concepto abierto permite visualizar un camino  
La apuesta por la vida en todas sus manifestaciones  
es uno de los aspectos controversiales del Buen Vivir,  
que coincide con la propuesta de biodesarrollo. El res-  
que debe ser imaginado para ser construido (Acosta, peto del valor intrínseco de la vida genera posiciones  
2
014, p. 36).  
encontradas porque significa cambiar los fundamentos  
del modelo civilizatorio en el que ha sido muy cómodo  
para el ser humano adscribir la posición antropocén-  
trica utilitarista que considera que la naturaleza puede  
Usandola metáfora de Edgar Morin (1977), se podría  
decir que el concepto de Buen Vivir recoge el espíritu de  
la naturaleza en el cual convergen diferentes vertien-  
tes. También se podría sostener, revisando la crítica, y debe ser aprovechada, manejada o explotada se-  
que “es una tradición inventada”, que es una hermosa  
gún sea el casode acuerdo con su conveniencia. La  
ficción que el mundo necesitaba para dar respuestas al  
cosificación de la naturaleza favorece su apropiación y  
desarrollismo y al maldesarrollo (Bretón et al., 2014; dominación.  
Cardoso et al., 2016). Asimismo, aparece como un con-  
tenedor teórico que une vertientes de la filosofía andina  
con influencias de conceptos de la institucionalidad so-  
ciopolítica y aspiraciones de la cooperación internacio-  
nal (Belotti, 2014). Sin embargo, un concepto que trata  
de explicar todo finalmente puede que no exprese nada  
porque es imposible conocerlo todo (Vera, 2014).  
Para las ciencias de la complejidad y para el pensa-  
miento complejo el concepto de Buen Vivir es un gran  
reto, entendido como tema de frontera que se resiste a  
determinaciones y mecanismos de control. Es propósito  
de las ciencias de la complejidad indeterminar, desequi-  
librar, desestabilizar los conceptos precisamente para  
escapar de lo establecido, lo instituido, lo instituciona-  
lizado, lo protocolizado, y así poder ver la realidad más  
allá de la media. En tal sentido, el concepto de Buen  
Otra cosa es cuando el respeto por el valor intrínse-  
co de la vida empieza a colisionar con la satisfacción de  
necesidades vitales como la alimentación y la genera-  
ción de ingresos económicos a partir de la mercantiliza-  
ción de la naturaleza. Entonces es posible que puedan  
aparecer tensiones entre los derechos humanos, inclu-  
yendo los derechos indígenas y los derechos de la natu-  
raleza. En una posición de estrecha interrelación entre  
el ser humano y la naturaleza, se supone que existe un  
igualitarismo biocéntrico.  
No obstante, se presentan contradicciones como  
“el acceso a los recursos naturales”, “los derechos de  
redistribución de beneficios producto de la explotación  
de los recursos naturales” o las compensaciones que  
reciben los seres humanos por la afectación al daño  
de los ecosistemas. El problema estriba en que estas  
Revista de la Unidad de Investigación de la Facultad de Economía de la UNSA  
13  
propuestas ya están legitimadas en el marco legal y en  
las agendas políticas de las organizaciones indígenas,  
por lo que cuestionarlas resulta políticamente incorrec-  
to. Aunque todos estos derechos son legítimos, consti-  
tuyen una forma de relación transaccional en la que el  
ambiente aparece como un actor pasivo y es una forma  
de bajar el grado de exigibilidad de consideraciones so-  
ciales y ambientales.  
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tiva de las ciencias de la complejidad como del pensa-  
miento complejo, constituye una valiosa herramienta  
para la interpretación del concepto del Buen Vivir. Se  
reconoce un concepto que puede abordarse desde la  
perspectiva de sistemas complejos, como de los fenó-  
menos de la complejidad que aluden a la incertidum-  
bre, los quiebres, las fracturas, las bifurcaciones, las  
singularidades y la borrosidad, entre otros. La convivia-  
lidad, la solidaridad y la complementación en el Buen  
Vivir tienen correspondencia con los principios de orga-  
nización sistémica y recursividad.  
Como concepto religante de diversas propuestas re-  
generadoras, el Buen Vivir tiene el potencial para colo-  
car en el debate y la práctica alternativas al desarrollo  
que reconozcan la necesidad de la reconexión del ser  
humano de la naturaleza de la cual forma parte. De  
esta forma, el Buen Vivir tiene el potencial de ofrecer  
alternativas a la megacrisis planetaria a la que nos ha  
llevado el antropocentrismo mercantilista.  
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