como lo mas importante, para ello la construcción y escatológicas y una especie de melancolía de una nueva
emergencia. Hace que el efecto reivindicativo de dichas parusía que se expresaría en la llegada de una parusía
emergencias permitan la posibilidad de discursos mu- presentida.
chas veces como una especie de maquillaje de la clase
A continuación, una larga cita, con el fin de ayudar a
ociosa (Veblen, 2000), texto que considero muy impor- una reflexión crítica:
tante para que tengamos un pequeño baño de humildad.
En dicho paralelismo, se puede encontrar la con-
fusión entre el folk, History an history, elemento que
pasa tangencialmente a las discusiones de los pue-
blos, pues si. Bien los criterios de identidad e iden-
tificación pareciesen de mucha importancia, lastimo-
samente los intelectuales orgánicos o constructores
de las nuevas sociedades o, no se si se puede llamar,
comunidades, no pasamos de la idealización de pose-
siones y construcciones solitarias en compañía de los
El origen del concepto es incierto, a tal punto que
la antropóloga británica A. Spedding afirma que
“el suma qamañan o existe en la realidad etno-
gráfica ni popular; no existe fuera de la cabeza de
algunos intelectuales ilusos; […] es una espe-
2013). De acuerdo a sus afirmaciones y otras
voces críticas −dice Andrés Uzeda (2009)− se
trataría de una manifestación o discurso cultu-
ralista de las elites intelectual aymaras, forma-
das en una tradición académica antropológica,
etnológica o etnohistórica. Sin embargo, en
1983, Philippe Descola escribió una monografía
etnográfica, resultado de cinco años de investi-
gación de campo (1976-1980) entre los Achuar
de la amazonia ecuatoriana; fue publicada en
francés en 1986 bajo el título de La selva cul-
ta: Simbolismo y praxis en la ecología de los
Achuar, donde dice:
“viernes” para continuar con la “rebelión en la granja”
la cual si bien es enunciada, como un mero derecho,
se mantiene como la posibilidad de un “deseo, mer-
cado y. religión”.
Sera en ese sentido, desde perspectivas economicis-
tas que emerge no solo hacía fuera de las comunidades
originarias el rostro de lo “folk” como lo más visible,
para eso se llevan criterio de identidad y también de
personas a las cuales se las idealiza, además que los
criterios de formación política mantienen la propuesta
de la formación sindical, de ahí la clave de entender la
necesidad de la construcción de conflictos, las que a su
vez hacen que. “todo lo sólido quede en el aire”.
No es la intención hacer una apología a favor en con-
tra de tal propuesta, sino el ayudar a que todos aporte-
mos en los procesos de deconstrucción desde una mi-
rada que permita entender la tensión cotidiana alienada
con perspectivas de destrucción de lo diferente.
La eficacia de un sistema económico no es tanto
función de la cantidad de riquezas que engendra
como de su capacidad de satisfacer los objeti-
vos que se le asignan. En las sociedades donde la
producción está orientada principalmente hacia
los valores de uso, estos objetivos son cultural-
mente limitados y sin alternativa. Así, para los
Achuar, la finalidad principal de un buen uso de la
naturaleza no es la acumulación infinita de obje-
tos de consumo sino la obtención de un estado de
equilibrio que ellos definen como el “bien vivir”
(shiir waras) (Descola, 1988: 415).
4.
La base de “vivir bien o saber vivir”.
Considero que hay varias posturas, personalmente
por lo anteriormente enunciado, pero el ingreso de la
posmodernidad y la emergencia del ser “reconocidos”
que no esta mal, considero que da un matiz epecial a la
idea del vivir bien:
Posteriormente, a principios del siglo XXI, intelec-
tuales quechuas y aymaras difundieron los con-
ceptos Sumak kawsay/Suma qamaña como una
forma de organización económica, social y cul-
tural alternativa al desarrollo y a sus formas de
vida. Finalmente, pasó al ámbito de los debates
de las asambleas constituyentes de Bolivia (2006-
2009) y Ecuador (2007-2008), y posteriormente
se plasmaron en sus constituciones respectivas.
(Hidalgo-Capitán, 2012). In: https://www.re-
dalyc.org/journal/281/28150017005/html/
En este sentido, Vivir Bien es vivir en comunidad,
en hermandad y en complementariedad. Es una
vida comunal, armónica y autosuficiente. Vivir
Bien significa complementarnos y compartir sin
competir, vivir en armonía entre las personas y
con todos los seres que habitan en el mundo. Es
la base para la defensa de la Pachamama, de la
vida misma y de la humanidad.
Asumamos que tras de dicha afirmación encontra-
mos elementos que tienen que ver con las propuestas
Sin el afán de caer en un fanatismo negacionista, ni
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CIENCIAS DE LA COMPLEJIDAD