jo, me dediqué a escribir sobre un método, entendido Wallerstein— muchos de los supuestos de las ciencias
como estrategia para el conocimiento de lo social, bajo sociales, los cuales están profundamente arraigados en
esta perspectiva. En el Conocimiento de lo social II. El la manera de proceder en la investigación y en la cons-
método-estrategia (2014b) sugerí una manera de pro- trucción de su conocimiento (Wallerstein, 1996b: 3).
blematizar la investigación y conceptualizarla; señalé
algunos criterios para realizar observaciones fluidas Ahora bien, si la complejidad me daba pistas para en-
de la realidad o del mundo fenoménico; hice algunas tender y aclararme la manera de ubicar mi labor en
consideraciones para privilegiar ciertos procedimien- las ciencias sociales, también me confundía y, a la vez,
tos y técnicas de investigación más consistentes con la me provocaba. ¿Por qué digo esto?, porque a medida
complejidad; propuse —tal como lo entienden muchos que avanzaba en la lectura de libros y artículos que por
científicos y filósofos— concebir la verificación como distintos medios llegaban a mis manos o a mi compu-
contrastación siempre provisional y relativa, y sostuve tadora encontraba una diversidad de versiones de la
la importancia de dar un destino ético y democrático a complejidad que no concordaban del todo entre sí, a
los resultados o alcances de las investigaciones sociales pesar de presentar ciertas semejanzas, como por ejem-
que realizamos.
plo, señalando ser herederos de las ideas de los mismos
autores – Kurt Gödel, Norbert Weiner, Herbert Von
Sin embargo, para elaborar una propuesta de un méto- Foester, Ilya Prigogine, Humberto Maturana y Fernan-
do que apueste por un mejor acercamiento a la realidad do Varela, etc.-, de iguales corrientes de pensamiento
entrelazada y en movimiento requirió partir de ciertos -cibernética de primer y segundo orden, teoría general
principios, supuestos o fundamentos, pues si queremos de sistemas, etc.- o utilizando los mismos conceptos
pensar los fenómenos en su complejidad, no podemos -autopoiesis, emergencias, caos, etc. También, iba co-
hacerlo con principios simples, así como tampoco pode- nociendo diversas críticas y replicas entre las distintas
mos reflexionar sobre problemas nuevos con métodos versiones de la complejidad, algunas atinadas y otras
acotados y viejos. Por esta razón, para elaborar esta no muy bien sustentadas, que hacían referencia a sus
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propuesta de un método–estrategia, tuve la necesidad marcadas diferencias y distancias .
de escribir un texto previo en torno a los principios que De esa manera, inicié la lectura de otros libros que
habría que considerar y sostener para facilitar un cono- hacían referencia a la complejidad más allá del pen-
cimiento complejo de lo social; se trataba de un paso samiento complejo, entre los que recuerdo están el
que creía necesario, antes de atreverme a incursionar de Roger Lewin, Complejidad. El caos como generador
en el difícil tema de un método complejo. El producto del orden (1995), Bryan Castellani y Federic Hafferty
de esta inquietud apareció con el título: El conocimien- (2009). Sociology and complexity science. A new field
to de lo social I. Principios para pensar su complejidad inquiry, David Byrne y Gill Callaghan, Complexity theo-
(Luengo, 2014a). No obstante, la anterior no significa ry and the social sciences. The state of the art (2013),
una negación del método científico convencional, pues John H. Holland, Complexity, A very short introduction
sigo asumiendo que este sigue logrando sustantivos y el libro de Carlos Eduardo Maldonado y Nelson Gó-
aportes, ya sea a través del método experimental, el mez Cruz, El mundo de las ciencias de la complejidad
método de la observación o el método de la simulación. (2011: 45). Algunas de estas obras hacían referencia a
Sin embargo, la perspectiva de la complejidad puede la diversidad de enfoques en torno a la complejidad, lo
conducir a cuestionar, problematizar y contextualizar que me permitió ampliar el horizonte que tenía en torno
sus ámbitos, tratamientos y procedimientos, de una a la complejidad y me condujo a conocer otros enfo-
manera escasamente o no considerados.
ques. Particularmente, el libro de Maldonado y Gómez
Cruz hacía una distinción entre pensamiento sistémi-
El planteamiento de fondo de los dos libros del Conoci- co, ciencias de la complejidad y pensamiento complejo,
mientodelosocialpretendíaseguirlasrecomendaciones señalando que en diversos escritos que hablaban de
de la Comisión Gulbenkian para la reconstrucción de las complejidad existía una fuerte tendencia a mezclar,
ciencias sociales, la cual señalaba que es indispensable confundir, hacer tránsitos y asumir algunos conceptos e
abrir estas disciplinas que, en algunos casos, se han ideas que a su parecer no eran equivalentes entre una
cerrado a la plena comprensión de la realidad social. postura y otra. Proceder, ciertamente, que yo también
Además, la Comisión afirmaba que los métodos que encontraba, en muchos casos, entre la bibliografía de
históricamente hemos empleado los cuentistas socia- los escritos que hacían referencia a la complejidad.
les con este propósito y que, en su momento fueron
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En el libro Las vertientes de la complejidad (Luengo,
018) y en el artículo “Repensar el pensamiento de
Edgar Morin. Invitación y propuesta” (Luengo, 2020a)
puede encontrarse una síntesis y bibliografía en torno
a estas polémicas.
liberadores del espíritu, pueden ahora estar frenando
y obstaculizando el avance de esa misma comprensión
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(Wallerstein, 1996a: 110). Por ello, decía el escrito ne-
cesitamos repensar —impensar como dice Immanuel
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Revista de la Unidad de Investigación de la Facultad de Economía de la UNSA