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Metáforas del desconcierto
conceptos que conforman la cosmovisión y la meto-
dología de las organizaciones de hoy son el legado del
desconcierto de estos hombres a lo largo de la historia.
El espacio de intervención de las organizaciones se
presenta complejo por naturaleza, inestable e incierto.
La mundialización de los intercambios y la competen- 3. Los límites de nuestra realidad
cia, la puesta en redes mundiales de la información,
la redefinición de las grandes ideologías estructuran- En el nivel individual, las hormigas despliegan un amplio
tes, la aceleración de los fenómenos migratorios y el
debilitamiento de numerosos referentes, entre otros
repertoriode capacidades cognitivas y computacionales.
Cada hormiga es capaz de percibir una gran cantidad
fenómenos, han hecho crecer en muy poco tiempo el de entradas sensoriales, modular su comportamiento
grado de complejidad y de incertidumbre de nuestras
sociedades.
El abordaje de la dinámica de la realidad se realiza
de acuerdo con múltiples estímulos y tomar decisiones
con base en grandes cantidades de información. Se co-
noce, por ejemplo, que las hormigas pueden distinguir
siempre a través de un modelo de esa realidad. Las entre cientos de químicos distintos (Gordon, 2016a).
estrategias de intervención surgen de ese modelo corpo- Con su diminuto cerebro, que pesa alrededor de 0.1
rativo de realidad. Por lo tanto, si el modelo de realidad
funciona, las intervenciones son operativas, la organi-
miligramos (Ronacher, 2008), las hormigas aprenden,
planean para el futuro, enseñan, toman decisiones so-
zación puede interactuar fluidamente en su entorno. fisticadas y emplean herramientas (Dornhaus & Franks,
Cuando el modelo no funciona aparece el desconcierto.
2008). El uso de herramientas, particularmente, se ha
Cuando las construcciones no alcanzan para aprehender detectado en el transporte de líquidos y en la cons-
a la realidad aparece la impotencia y la amenaza. La trucción de nidos. La figura 1 (arriba) muestra a una
garantía de credibilidad los modelos se diluyen en los hormiga tejedora australiana adulta (Oecophylla) sos-
acontecimientos que nos rodean.
teniendo una larva entre sus mandíbulas y golpeándola
suavemente con sus antenas como indicación para que
comience a secretar seda de sus glándulas salivares
(National Geographic, 2011). La seda es empleada para
unir las hojas que formarán parte del nido (abajo).
Todo modelo de abordaje de la realidad siempre tiene
determinadas garantías implícitas o explícitas (metodo-
lógicas, científicas, filosóficas, técnicas) que respaldan
los postulados y los principios de utilización. Para salir
del desconcierto, no solo es necesario redefinir el mo-
delo sino también es necesario confiar en las garantías
de ese modelo. Al abordar la realidad, siempre estamos
saltando de construcciones en construcciones, de mo-
delos en modelos, por eso de la misma manera como
llegamos al desconcierto podemos salir, con un nuevo
modelo, con nuevas construcciones, con las mismas o
diferentes garantías.
Werner Heinsenberg, el físico que definió matemática-
mente a la incertidumbre, solía decir que “en cada acto
de observación se pierde más información de la que se
obtiene”. Mirar la realidad implica un intricado laberinto
donde los fenómenos se entrecruzan con ideas, expe-
riencias, expectativas, emociones y actitudes. Desde
este abigarrado tapiz se define un espacio de acción
en el presente y se proyecta un horizonte de resulta-
dos en el futuro. Resulta interesante pensar, antes de
actuar, ¿hacia dónde estamos mirando?, para reflexio-
El desconcierto pareciera ser la herencia de la segunda
mitad del siglo pasado a nuestros días. Pero la presencia nar acerca de la posición desde donde se ordenan los
del desconcierto es mucho más profunda. La historia del
desconcierto es la historia del hombre creando modelos
de abordaje, con diferentes garantías, para tratar de en-
tender e intervenir sobre su entorno. Las ciencias han
tenido muchos momentos de desconcierto, luego de los
cuales surgían nuevas miradas y modelos de realidad.
Las metáforas del desconcierto son las metáforas de los
hombres saltando de construcción en construcción, de
formulaciones en formulaciones, de garantías en garan-
tías. A pesar de los siglos y las culturas Galileo, Newton,
Einsten, Heisenberg, Schroedinger, Prigogine y otros
hombres de ciencia hasta la actualidad tienen muchos
fragmentos de realidad que luego se traducen en estra-
tegia, acciones y resultados en las organizaciones.
Mirar está relacionado directamente con la percepción
del mundo. En definitiva, al mirar la realidad la estamos
construyendo. En el mismo acto miramos, relaciona-
mos y construimos sentido. Por ello, más información
no implica mayor claridad. La información recolectada
no es aséptica; todo depende de la red de significados
desde donde se mira la realidad. Mirar es construir, mi-
rar es interpretar. Mirar en la incertidumbre es como
mirarse en un espejo fragmentado, nunca tenemos la
aspectos en común, todos se enfrentaron al desconcier- imagen completa de la realidad. No hay una certeza
to de sus propios modelos teóricos al tratar de entender objetiva en la configuración de la realidad.
determinados fenómenos de la realidad. Muchos de los